Cómo elegir Internet en casa

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  • Contar con conexión a Internet en casa es fundamental para la mayor parte de los usuarios
  • En el mercado hay más opciones que nunca para elegir Internet en casa por lo que tienes que asegurarte de que contratas la que mejor se adapta a ti

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Internet ha dejado de ser una tecnología que se usa en casa o en el móvil para convertirse en una presencia omnipotente gracias a los móviles inteligentes. Pero si en algún momento podría parecer que con tener un móvil con Internet sería suficiente, pronto fue evidente que esto no iba a ser así.

Contar con conexión a Internet en casa sigue siendo fundamental para la mayor parte de los usuarios. Y es que a pesar de que el móvil puede hacer buena parte del trabajo que antes hacía el ordenador en casa, sigue teniendo importantes carencias: cada vez hace falta más y mejor conexión a la red y el móvil tiene un tope porque los datos se acaban.

A pesar de que la conexión en casa y en el móvil suelen utilizar tecnologías muy diferentes, para el usuario la diferencia fundamental es que los datos en el móvil son limitados y en casa no. Por eso, la conexión doméstica permite hacer cosas que la mayoría no se plantea hacer con un móvil: descargar grandes archivos, reproducir series, música o películas online o hacer vídeollamadas.

Pero eso no significa que todas las conexiones domésticas sean iguales o que todas sean adecuadas para todos los usuarios. En esta guía vamos a repasar todo lo que tienes que saber antes de contratar Internet en casa.

¿Para qué necesitas Internet?

Como en cualquier compra inteligente, lo primero que hay que plantearse es para qué se necesita lo que se va a comprar y, en su caso, si realmente es necesario. Casi todo el mundo tiene Internet en casa, incluso aunque es posible que no a todo el mundo le haga falta.

En el mercado hay más opciones que nunca para contratar Internet en casa: ADSL, fibra óptica de distintas velocidades y hasta conexiones por 4G como los móviles pero adaptadas a los hogares. Cada una de ellas tiene ventajas e inconvenientes, por lo que definir el uso que se va a hacer de la conexión es la parte más importante de la decisión.

Elegir un tipo de conexión

Una vez que tengas claro el tipo de uso que vas a hacer de la red en casa es el momento de elegir un tipo de conexión. Estas son las opciones en un contexto ideal, suponiendo que tu casa tenga cobertura de todas las tecnologías, pero puede que este no sea el caso.

Internet vía 4G

La tecnología 4G es utilizada a menudo por los teléfonos móviles para conseguir conexión a Internet. Sin embargo, algunos operadores han empezado a ofrecerla también como solución para conectarse en el hogar.

La mayor ventaja es que no necesita ningún tipo de instalación, por lo que si no tienes una conexión en casa, ésta puede ser la opción más sencilla y en ocasiones la más barata. Sólo hay que contar con un router WiFi que se enchufa a una toma de corriente y toma la señal de las antenas de telefonía móvil para luego repetirla en casa.

La velocidad y estabilidad de la línea no es mala, equivalente a una buena conexión ADSL, pero peor que la que se puede lograr gracias a la fibra óptica. El precio, además, tampoco es demasiado alto, similar a lo que suelen costar las conexiones más básicas. Además, cuentas con la gran ventaja de que en caso de querer ir a pasar unos días a otro sitio del país, como por ejemplo una segunda residencia, puedes llevarte el router y tendrás Internet allí.

Pero no todo son ventajas. Este tipo de conexiones tiene el mismo problema que las que se contratan para los móviles: tienen un límite de descarga. De esta manera, si se usan mucho, pueden acabarse y dejarte sin conexión a mitad de mes.

Por eso, si haces un uso muy intensivo de la red, puede que esta opción no sea la que más te interesa. Sin embargo, si tu uso de Internet en casa se limita a leer el correo y navegar por algunas webs puede que no necesites nada más.

ADSL

El ADSL es el sospechoso habitual cuando hablamos de Internet en casa. A pesar de que poco a poco va desapareciendo, sigue siendo el tipo de conexión más habitual y, para muchos, sinónimo de tener red en casa.

Este tipo de conexión tiene una ventaja importante sobre otras: está disponible para casi todos los hogares de España. Es posible que donde vivas no tengas una buena cobertura de móvil o de fibra óptica, pero lo más probable es que el hilo del cable de cobre llegue hasta tu casa sin problemas.

El ADSL es relativamente barato en comparación con la fibra óptica, con un precio similar al que se obtiene por una conexión de 4G en casa. También se tiene la seguridad de saber que va a funcionar, una vez instalado no va a tener problemas de cobertura como puede pasar en el caso del 4G.

No obstante, también puede presentar algunos inconvenientes. Para empezar, saber qué velocidad de Internet necesito será primordial. Y esta nunca será demasiado elevada, ya que está limitada por la tecnología que utiliza. Además, tampoco es tan estable como la fibra y puede sufrir caídas ocasionales.

El ADSL puede ser una buena opción si buscas una opción básica, sin límites y a un precio bajo. No obstante, si buscas una conexión muy rápida o conectar muchos dispositivos a la misma red WiFi es posible que tengas que irte a una solución más completa.

Fibra óptica

La fibra es la reina de las conexiones a Internet domésticas en este momento. Ofrece la mayor velocidad (en España ya se comercializan hasta 500 Mbps y seguirá aumentando), así como la mejor estabilidad en la línea.

Las ventajas son evidentes: contar con la línea de fibra óptica proporciona la mejor conexión con la que se puede contar. Es posible que sea la mejor opción si necesitas una gran capacidad de descarga o conectar muchos dispositivos a la vez.

La fibra óptica no es la opción más económica, pero puede resultar mucho más barata si se contrata alguno de los paquetes convergentes de fibra y móvil, o incluso con televisión que venden los operadores de telefonía. Además, la llegada de nuevos operadores está ayudando a bajar los precios.

Sin embargo, el problema para muchos usuarios con la fibra óptica sigue siendo la cobertura disponible. Y es que pesar de que los operadores han aumentado el ritmo al que tienden las redes, todavía hay muchas localidades a las que no llega la conexión, especialmente en las zonas más alejadas de los centros urbanos y en los pueblos pequeños.

Comparar entre las distintas ofertas

Independientemente de la tecnología que elijas, tendrás que decidirte entre un operador u otro. En el mercado hay todo tipo de ofertas para contratar Internet en casa, dependiendo de la tecnología, la zona en la que se encuentre o si se quiere integrar otros servicios como el móvil o la televisión.

Para no perderse entre tanta oferta y encontrar el producto más adecuado lo más fácil es utilizar el comparador de telefonía e Internet de Rastreator.com, con el que llegar al producto más adecuado es rápido y sencillo.

Escrito por:
Manuel Moreno

Periodista especializado en nuevas tecnologías y redes sociales con más de 20 años de experiencia. Colabora en prensa, radio y programas de televisión. También es profesor universitario, autor de cuatro libros y creador de TreceBits.com.