¿Cómo tributan los depósitos bancarios?

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  • Todos los intereses que percibimos por este tipo de productos tributan en la base imponible del ahorro y están considerados rendimientos de capital mobiliario
  • La fiscalidad de los depósitos determina una retención fija que varía entre el 19% y el 23% en función de las ganancias generadas

como tributan depositos

Los depósitos bancarios son una de las opciones favoritas de los españoles para obtener algo de rentabilidad por sus ahorros. Son sencillos y seguros y existe una gran oferta en el mercado. Así, a cambio de depositar una cantidad de dinero en el banco, en función de cuánto dejes y del tiempo que permanezca, obtendrás una rentabilidad determinada. Esos intereses generados se consideran un rendimiento del capital y, por lo tanto, tributan en la Declaración de la Renta. Así que tendrás que tenerlos en cuenta a la hora de hacer tu declaración.

Si tienes un depósito bancario y quieres saber más sobre cuánto tienes que pagar, en Rastreator te contamos cómo funciona la tributación de los depósitos bancarios, cuáles son los impuestos que hay que abonar y otras consideraciones que te pueden interesar.

La base de ahorro

Los depósitos bancarios son un producto de ahorro e inversión y así son vistos por Hacienda. Los intereses obtenidos por los depósitos a plazo fijo y por las cuentas de ahorro se consideran rentas del capital, dentro del apartado de rendimientos del capital mobiliario. Por lo tanto, los intereses generados se integran dentro de la base imponible del ahorro.

En ésta, se suman también el rendimiento de las cuentas de ahorro, los dividendos de las acciones y cualquier otro rendimiento de capital mobiliario. A la cantidad resultante hay que restar las deducciones que se puedan aplicar. Además, recuerda que la cantidad que consigas por tu ahorro no se suma a las ganancias que obtengas por tu trabajo u otra actividad económica, por lo que no afectan a tu base imponible general.

¿Cómo tributan los depósitos?

Es importante destacar que solo tributarás por los beneficios obtenidos con tus depósitos bancarios, no por toda la cantidad depositada inicialmente. Eso sí, también tienes que saber que esos beneficios tributan desde el primer euro. Además, los tipos impositivos se aplican por tramos, con una retención fija que varía en función de las ganancias obtenidas.

Tributación de los depósitos
Beneficio Retención
Hasta 6.000€ 19%
Entre 6.000 y 50.000€ 21%
A partir de 50.000€ 23%

Así, para beneficios de hasta 6.000 euros, se aplica un tipo del 19%; para cantidades entre 6.000 y 50.000 euros, la retención fiscal es del 21% y todo lo que exceda de los 50.000 euros tributa a un tipo del 23%. Es decir, que si obtienes unas rentas por valor de 52.000 euros no tendrás que pagar un 23% sobre esa cantidad. En ese caso, deberás abonar a Hacienda un 19% por los primeros 6.000 euros (1.140 euros), un 21% de los 44.000 siguientes (9.240 euros) y un 23% de los últimos 2.000 (460 euros).

Las retenciones del IRPF a los depósitos a plazo fijo y las cuentas remuneradas se aplican en el momento en el que la entidad te abona los intereses que hayas obtenido. Es el propio banco el que se encarga de realizar la retención. Por lo tanto, no tendrás que preocuparte por nada a la hora de pagar los impuestos que te corresponde abonar por este tipo de productos de ahorro. Y es que, independientemente del tipo que tengas que pagar finalmente, las entidades bancarias se encargan de retener un 19% sobre las ganancias obtenidas con los depósitos y cuentas remuneradas. Posteriormente, si es más, se terminará de ajustar cuentas Hacienda en la Declaración de la Renta.

Así, en el caso de que superaras los 6.000 euros de beneficio, lo que falta hasta el 21% de retención con la que se gravan las retribuciones superiores a esa cantidad, tendrías que abonarlo al hacer la Declaración de la Renta al año siguiente.

Para que entiendas mejor como tributan los depósitos, te ponemos un ejemplo. Supón que has invertido 12.000 euros en un depósito a plazo fijo y has obtenido una rentabilidad del 4%. Esto supondría un beneficio de 480 euros. Sin embargo, al comprobar los intereses que te ha abonado la entidad bancaria verás que has percibido solo 388,80 euros. No pienses que el banco se ha equivocado y te ha pagado menos. Esos 91,20 euros que faltan se los ha quedado Hacienda en concepto de la retención de IRPF que tienes que pagar por sacar rentabilidad a tus ahorros con ese depósito. En este sentido, a la hora de hacer la Declaración de la Renta, no tendrás que pagar nada más. Y es que con esos 91,20 euros que te han descontado, ya habrás abonado el 19% que se aplica a los beneficios inferiores a 6.000 euros.

Así tributan los depósitos en el extranjero

Si tienes depósitos bancarios contratados en el extranjero, tienes que saber que su tributación es la misma que para los españoles. Tendrás que pagar los mismos impuestos, aunque las rentas se hayan obtenido fuera del país: un 19 % para los primeros 6.000 euros de ganancia, un 21 % para los siguientes 44.000 euros y un 23 % para todos los beneficios superiores a los 50.000 euros.

Igual que ocurre en España, los bancos extranjeros aplican de forma automática las retenciones fiscales. Por eso, si se abre un depósito en una de estas entidades, hay que indicar al banco que no se es residente de dicho país para evitar que se aplique la doble retención. Para ello, hay que descargar en la Agencia Tributaria un certificado de residencia fiscal.

¿Cómo tributa un depósito en especie?

Los depósitos a la vista, a plazo fijo, variables o estructurados son los tipos de depósitos más comunes que se pueden contratar. Sin embargo, aunque cada vez son más escasos, también hay depósitos bancarios con remuneración en especie. La remuneración que se ofrece en este caso, en vez de ser un porcentaje de dinero sobre los ahorros que has aportado, es en forma de regalo: dispositivos electrónicos, televisiones, dinero en efectivo, cheques regalo, etc. Estos obsequios tienen un valor que es equivalente a los intereses que genere tu dinero y, por supuesto, también pasan por el filtro de Hacienda.

En ocasiones, es el mismo banco quien se hace cargo de esa retención para el IRPF y no la repercute al cliente, que no tiene que pagar nada. Con todo, antes de aceptar un regalo del banco, no olvides comprobar quién asume los impuestos. Y si el regalo es dinero en efectivo, pregunta al banco si la cantidad que anuncian es bruta o neta. Así, si el banco te da 300 euros netos, en realidad te estará haciendo un regalo de 370,37 euros, de los cuales 300 los recibirás tú y 70,37 euros irán a parar a Hacienda. Si, por el contrario, esa cantidad es bruta, recibirás 243 euros de regalo y los 57 euros restantes son para impuestos.

Pero cuando los intereses del depósito son un objeto, como una tablet, un móvil o una televisión, ¿cómo se tributa? En el caso de que el banco no costee los impuestos, lo habitual es que cuando te entregue el regalo, descuente de tu cuenta la retención fiscal y haga el pago a Hacienda. Si no lo hace la entidad, te tocará a ti cumplir con tus obligaciones con Hacienda en la siguiente Declaración de la Renta. Para saber cuánto tendrás que pagar, la mejor opción es que pidas al banco un certificado de retenciones en el que conste el valor del obsequio.

Otros impuestos

Además de la Declaración de la Renta, los depósitos bancarios también están sujetos al pago del Impuesto sobre el Patrimonio. No obstante, este tributo está reservado para grandes fortunas, ya que solo es obligatorio para aquellos contribuyentes con una base liquidable superior a los 700.000 euros, de los que está excluida la vivienda habitual hasta 300.000 euros. Con todo, esta cantidad puede variar en función de la comunidad autónoma, ya que, en algunas, sus residentes, están exentos de pagar el Impuesto sobre el Patrimonio.

Con efectos de calcular la base imponible y sumar el total de bienes que el contribuyente tiene que declarar en este impuesto, sí que se tendrá en cuenta la cuantía total que tengas en depósitos bancarios y no solo el rendimiento o intereses que consigas con ellos.

Contratar un depósito bancario

Los depósitos bancarios son un producto interesante para ahorradores conservadores que prefieren un interés definido desde el principio. Su fiscalidad es sencilla y se puede saber desde el momento de contratarlo cuánto dinero se va a obtener.

No obstante, existe una gran variedad de oferta de depósitos bancarios. Cada entidad ofrece productos de diferente interés y duración, con lo que puedes acceder al que más te convenga en función de tus necesidades. Para encontrar el que más se adapte a tus circunstancias, una buena opción es utilizar el comparador de depósitos de Rastreator.

Escrito por:
Leticia Iserte

Periodista multidisciplinar especializada en información económica, marketing y publicidad. Ha desarrollado su carrera profesional en diferentes medios de comunicación, principalmente impresos y digitales, pasando también por la comunicación institucional y corporativa.