Hipotecas para mayores de 65 años

  • La mayoría de los bancos establecen los 75 años como edad máxima para pagar por completo un préstamo hipotecario y solo en alguna excepción se amplía hasta los 80 años
  • Las hipotecas inversas son un producto para mayores de 65 años que consisten en un préstamo al propietario de una vivienda que la utilizará como garantía
hipoteca para personas mayores
¿Se puede conseguir una hipoteca pasado los 65 años?

La edad no es un impedimento para querer estrenar casa. Es más, cuando una persona se jubila, surgen una serie de motivaciones que avivan el deseo de cambiar de residencia, ya sea por las ganas de volver a la localidad de origen, porque quieres estar más cerca de tus hijos o bien por poder disfrutar del tiempo libre que da la jubilación en un destino de playa o de montaña.

El problema puede surgir si para adquirir esa nueva vivienda hay que pedir una hipoteca y tienes más de 65 años. Y es que no hay un producto de financiación concebido específicamente para el colectivo senior, que, a la hora de hipotecarse, debe cumplir las mismas reglas generales del juego. Y en estas, la edad, junto con otras variables, es un elemento que tienen en cuenta las entidades bancarias a la hora de dar financiación. Y aunque no es un factor determinante para obtener una hipoteca, sí que es importante.

En este sentido, hay que señalar que no existe ninguna regulación que establezca cuál es la edad máxima para solicitar una hipoteca ni para devolverla. Y, al final, dependerá de la política de riesgos de cada entidad y del perfil económico. En cualquier caso, la mayoría de los bancos establecen los 75 años como edad máxima para pagar por completo el préstamo hipotecario. Algunos lo bajan hasta los 70 años, pero también puede encontrarse alguna excepción, en las que se da de  plazo hasta los 80 años. Es el caso de la Hipoteca Puente del Banco Santander, que te permite obtener financiación para comprar tu nueva casa mientras vendes la anterior, o las hipotecas que ofrece la misma entidad para la adquisición de inmuebles comercializados por Altamira, Casaktua y Aliseda.

Hipotecas a corto plazo

Lo habitual es que los bancos establezcan en 75 años la edad límite para que devuelvas el dinero prestado. Esto supone que si decides comprar una vivienda mediante hipoteca y tienes más de 65 años, el plazo de amortización al que podrás acceder será de 10 años (o 15 en el mejor de los casos). Esto, obviamente,  condicionará la cuantía de la cuota que tendrás que abonar cada mes, que será más elevada, debido al menor plazo que tienes para  devolver la cantidad prestada. Además, es muy probable que el importe que te concedan no sobrepase el 60% del valor de tasación del inmueble, frente al 80% que se suele aplicar como límite general en los demás casos.

De la misma manera, para los hipotecados senior, las condiciones exigidas por las entidades bancarias serán las mismas que las de un cliente de menor edad. Eso sí, se tendrán más en cuenta otra serie de factores, como la solvencia económica, el patrimonio (si ya posee una vivienda) y los ingresos. En este sentido, si solicitas una hipoteca y tienes más de 65 años, también cuentas con cierta ventaja. Por ejemplo, tener una pensión, que te aporta estabilidad financiera. Es un salario garantizado y, por tanto, el riesgo es menor y eso lo tiene en cuenta el banco. Si además, cuentas con planes de pensiones, ahorros o un alquiler de una vivienda que te da ingresos adicionales, tu situación todavía es más favorable, ya que podrás afrontar más holgadamente la cuota mensual.

En este sentido, también ayuda contar con un buen colchón económico y aportarlo como entrada a la compra de la nueva vivienda, para que el porcentaje de financiación sea el más bajo posible. Y es que, en este tipo de casos, el banco te ofrecerá, como mucho, financiación para el 60% del valor total de la vivienda. Además, es muy probable que te soliciten el aval o añadir como titular a una persona más joven (generalmente, hijos), que también acredite una buena situación económica, para que, si es necesario, pueda hacer frente a la cuota mensual de la hipoteca. En definitiva, para obtener una hipoteca si tienes más de 65 años, hay que ofrecer seguridad al banco y cumplir con las garantías que te exige (como ocurre siempre).

La hipoteca inversa como alternativa a la tradicional

Ante la escasez de una oferta de hipotecas específicas destinadas a financiar la compra de inmuebles por personas de más edad, otra posibilidad que ofrece el mercado son las hipotecas inversas. Se trata de un producto para mayores de 65 años, que puede ser una alternativa para quienes se encuentran en este rango de edad y quieren obtener un préstamo hipotecario.

Eso sí, la hipoteca inversa tiene características y condiciones únicas que la diferencian de una tradicional. Se trata de un préstamo que se garantiza con una hipoteca que recae sobre una vivienda. Con lo cual, para poder acceder a este producto es necesario ser propietario de un inmueble, que se utilizará como garantía del préstamo que se pide a la entidad. En este caso, a diferencia de los préstamos normales, es la entidad quien paga una cuota al propietario, que, además, no pierde la propiedad del inmueble ni su uso durante un tiempo establecido. Es decir, puede seguir viviendo en su casa. No obstante, si fallece y no ha devuelto el préstamo al banco, serán los herederos quienes tengan que hacerlo.

La renta percibida dependerá del valor de la vivienda y de la edad del solicitante, que pueden ser varios (por ejemplo, un matrimonio). Así, cuanto mayor sea la edad de quien la pide, más alta será la renta que se recibirá. La hipoteca inversa no exige solvencia al cliente ni tampoco unos ingresos estables, solo cumplir el requisito de la edad y tener una vivienda en propiedad.

En cuanto a la cancelación, una hipoteca inversa puede ser cancelada en cualquier momento. Y es que hay que recordar que cuando firmas este tipo de hipotecas no has renunciado a tu vivienda, sino que la has utilizado como garantía. Eso sí, a la hora de cancelarla deberás devolver la cantidad íntegra que has percibido hasta ese momento, además de los gastos iniciales abonados por la entidad financiera y los intereses que se han generado hasta el momento de la cancelación.

Otras opciones para comprar una casa

Además de las hipotecas tradicionales o de las hipotecas inversas, los mayores de 65 años que necesiten financiación para comprar una nueva vivienda pueden explorar también otras alternativas. Y es que, según sea la cantidad que necesitan pedir, podrían plantearse solicitar un préstamo personal. Porque aunque los tipos de interés de este tipo de productos son más altos, sus costes de formalización son más bajos, por lo que puede compensar.

Y, por supuesto, si tienes una vivienda en propiedad, siempre puedes vender y pagar la nueva casa con el dinero obtenido. Y si la nueva vivienda es más cara, por lo menos, se aumenta el porcentaje de ahorro que se aporta en la compra, con lo que tendrás que pedir menos financiación.

En cualquier caso, lo importante es tener muy claro si necesitas una hipoteca y para qué. Y si la contratas, tener en cuenta las recomendaciones del Banco de España de no destinar al pago de sus cuotas más del 35% de tus ingresos mensuales.

Así, tengas más de 65 años o no, la clave a la hora de contratar una hipoteca radica en comparar las diferentes alternativas existentes en el mercado y en negociar con la entidad financiera para conseguir la mejor oferta posible y la más adaptada a tus necesidades. Para ello, puedes utilizar el comparador de hipotecas de Rastreator.

Escrito por:
Marta Martín

Periodista especializada en SEO y PR con experiencia en prensa y comunicación corporativa. Escribe artículos en Rastreator desde febrero de 2021 para los productos de Seguros y Viajes.

Revisado por:
Sergio Carbajal

Experto en mercado hipotecario y productos financieros

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