¿Qué son las hipotecas abiertas sin límite de cuantía?

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  • Las hipotecas abiertas sin límite de cuantía son un producto a mitad de camino entre el préstamo y el crédito
  • La facilidad de acceso a fondos que brinda esta fórmula puede llevar a un sobreendeudamiento
hipoteca abierta sin limite de cuantia
¿Qué es una hipoteca abierta sin límite de cuantía?

Después de un tiempo buscando, has encontrado una casa que se ajusta a tus necesidades y te has decidido a quedártela. Ahora toca ir al banco a solicitar financiación para la compra. Lo más probable es que optes por una hipoteca convencional, la de toda la vida, con la que el banco te presta el dinero que necesitas y tú se lo vas devolviendo en forma de cuotas mensuales a lo largo del plazo de amortización que hayáis acordado. Sin embargo, aunque igual ahora no puedes, en un futuro sí que te planteas hacer una reforma de la vivienda. En ese caso, quizás te interese más optar por una hipoteca abierta sin límite de cuantía. Y es que, con este producto, tienes la posibilidad de volver a pedir prestado parte del capital amortizado para afrontar otros gastos y sin tener que contratar otro préstamo. ¿Quieres saber qué es exactamente una hipoteca abierta sin límite de cuantía? En Rastreator, te contamos en que consiste esta fórmula.

Cómo funciona una hipoteca abierta

La hipoteca abierta es un producto financiero que funciona de manera diferente a una convencional, ya que está a mitad de camino entre un préstamo y un crédito. En este sentido, la principal diferencia con una hipoteca tradicional es que te permite disponer nuevamente del capital que ya has amortizado, como si fuera un crédito que pone a tu disposición el banco y que puedes utilizar o no (todo o en parte). Es decir, a medida que vas pagando las cuotas de tu hipoteca, puedes volver a contar con esas cantidades amortizadas para financiar otros proyectos, como hacer una reforma, comprar un coche o hacer frente a cualquier otro gasto.

En el caso de tener una hipoteca abierta, para poder acceder a esos fondos que ya has devuelto, tendrás que solicitar a tu entidad financiera la cantidad que necesitas y ésta te lo dará en forma de disposición. Por ejemplo, si tuvieras contratada una hipoteca abierta por valor de 70.000 euros y, pasados unos años, has amortizado 30.000 euros, podrías solicitar una disposición de dinero hasta esa cantidad, que es el dinero que ya has devuelto.

Estas disposiciones adicionales tendrás que devolverlas como préstamos separados, con sus propias cuotas e intereses, según lo que hayas acordado previamente con tu banco y que se haya recogido en el contrato de la hipoteca. Es decir, que, en el caso de solicitar una disposición, te encontrarías con dos recibos: por un lado, la mensualidad de tu hipoteca y, por otro, la del préstamo con el que haces frente a esa disposición adicional.

Modificación de las condiciones iniciales

De esta forma, una hipoteca abierta te permite tener acceso a financiación sin necesidad de tener que pedir un nuevo préstamo. Si, además, se trata de una hipoteca abierta sin límite de cuantía, tendrás la posibilidad de modificar algunas de sus condiciones iniciales. Por ejemplo, puedes solicitar una ampliación del capital. Es decir, si, inicialmente, habías pedido 70.000 euros, puedes incrementar esa cuantía a 80.000 euros. También puedes pedir una ampliación del plazo de amortización, alargando el tiempo de devolución, por ejemplo, de 20 a 25 o 30 años.

En cualquier caso, la principal ventaja de las hipotecas abiertas sin límite de cuantía es la posibilidad que dan de acceder a financiación sin tener que solicitar nuevos préstamos o hipotecas. Sin embargo, esa ventaja se puede convertir en un inconveniente si no se utiliza de una forma controlada. Así, si abusas de la hipoteca abierta y pides prestado más dinero del que te puedes permitir, puedes terminar cayendo en un sobreendeudamiento, con el riesgo, además, de terminar perdiendo la casa y el resto de tus bienes si no pagas las mensualidades de las disposiciones o de la hipoteca original. Y es que la garantía de cada disposición es hipotecaria y personal, es decir, que tanto tu vivienda como tus bienes pueden ser embargados si no devuelves el dinero.

En este sentido, se trata de un producto muy recomendable si prevés que en el futuro vas a necesitar financiación para acometer otros proyectos, ya que una hipoteca abierta sin límite de cuantía te facilitará el acceso con ella. Con todo, si finalmente te decantas por una hipoteca de este tipo, opera con prudencia y solicita solo aquellas disposiciones que sepas que vas a poder devolver.

Encuentra la mejor hipoteca para ti

A la hora de contratar tu hipoteca y elegir la que más se adapta a tus circunstancias, lo mejor es que revises qué te ofrece cada banco y si las condiciones son las adecuadas para ti. Para ayudarte, puedes simular tu hipoteca con Rastreator. En tan solo unos minutos podrás acceder a todas las ofertas de las principales entidades financieras en España y compararlas. De esta forma, podrás elegir la mejor hipoteca para ti de la forma más fácil.

Escrito por:
Leticia Iserte

Periodista multidisciplinar especializada en información económica, marketing y publicidad. Ha desarrollado su carrera profesional en diferentes medios de comunicación, principalmente impresos y digitales, pasando también por la comunicación institucional y corporativa.