Cómo evitar atascos de tráfico
- Informarse del estado de la carretera y conocer rutas alternativas es clave para no quedarse horas parado en un atasco
- La DGT aconseja mantener la distancia de seguridad y observar lo que ocurre tres o cuatro coches por delante de ti para evitar colisiones
Una de las peores cosas que te pueden pasar al volante, sobre todo cuando estás haciendo un viaje largo, es que te toque un atasco. Estas retenciones se suelen dar a primera hora de la mañana y de la tarde entre semana cuando la gente entra y sale de trabajar y en fechas clave como vacaciones o puentes.
De hecho, la DGT calcula que en días como Semana Santa, el 1, el 15 o el 30 de agosto, así como puentes largos o navidades, se producen en España entre 8 y 15 millones de desplazamientos. Esto desemboca, se quiera o no, en un atasco, ya que hay muchos coches circulando por las mismas vías.
¿Por qué se produce un atasco?
Según explica la DGT, un atasco se produce, básicamente, cuando el número de vehículos que llegan a un determinado punto se acerca o supera la capacidad de la vía. Cada carril de una autovía tiene una capacidad para que circulen un máximo de 2.000 vehículos/hora. Cuando el número de vehículos se acerca a ese máximo, comienzan los primeros frenazos. De hecho, a partir de 1.700 vehículos/hora, cualquier maniobra o desplazamiento lateral provoca una caída brusca en la velocidad de marcha.
Los coches circulan a menor velocidad, muy cerca unos de otros, lo que favorece que cualquier toque al freno multiplique su efecto a lo largo de la retención. Cuando el número de vehículos que acceden a la vía es igual o superior a su capacidad máxima, esta capacidad se ‘reduce’ cerca de un 20-25%.
Además, estos atascos también se pueden producir por obras en la calzada que haga que se cierren carriles, accidentes o el mal estado de la vía. Sin embargo, siempre hay trucos que pueden hacer que te evites pasar más tiempo del necesario dentro del coche en un desplazamiento.
Consejos para evitar atascos
Aunque estos consejos no son 100% infalibles, tenerlos en cuenta sí puede hacer que te ahorres algún que otro atasco. Como ya hemos explicado, la mayoría de las retenciones se producen cuando muchos coches se concentran en las mismas carreteras. Para poder evitar estas colas, debes conocer las horas en las que el tráfico es más denso.
Evitar las horas punta
Es por eso que de lunes a viernes debes evitar en lo posible conducir entre las 7:30 y las 9:30 de la mañana y de las 18 y las 20 de la tarde, ya que a esta hora coincide que la gente sale del trabajo y los niños del colegio.
Por contra, en los fines de semana, el punto más álgido es entre las 10 y las 12 de la mañana y las 18 y las 21 de la noche. Además, debes saber que el lunes es el día que más atascos se producen.
Planificar el viaje y las rutas alternativas
Pero esto no es lo único que debes hacer si quieres sortear el atasco. También debes conocer muy bien la carretera, ya que esto te permitirá saber si tienes caminos alternativos que te pueden hacer llegar antes a tu destino porque no coincidirás con la retención. Eso sí, ten cuidado de no circular por vías no aptas, ya que el seguro de coche puede no darte asistencia en carretera si sufres un siniestro en una de ellas.
Antes de un viaje largo debes informarte del tráfico. A día de hoy es muy sencillo gracias a aplicaciones como Google Maps o Waze, que señalan el nivel de congestión de una vía y otras carreteras que te permiten esquivarlos. Si tienes esta información previa puedes modificar tu hora de salida.
Conducir de manera segura
Por el contrario, si ni aplicando estos trucos puedes evitar entrar en un atasco, además de colmarte de paciencia, debes saber cómo comportante con tu coche para no aumentar aún más el tiempo de espera en el volante.
Para ello, la DGT indica que, en caso de retención, debes mantener la distancia de seguridad para evitar colisiones; llevar la vista siempre a lo lejos, por lo menos debes observar lo que ocurre tres o cuatro coches por delante para poder anticiparte y evitar detenciones innecesarias; prestar atención a los retrovisores y ayudar a que otros conductores se incorporen a la vía y evita comportamientos agresivos y cambiar constantemente de carril, ya que solo provocas que la circulación sea menos fluida.