Estas son las averías más frecuentes del Seat Ibiza

• Filtraciones de agua, problemas eléctricos y mal funcionamiento de los frenos son algunas de las averías comunes en los diferentes modelos de Seat Ibiza
• En el mercado se pueden encontrar hasta cinco generaciones del Seat Ibiza, cada una de ellas cuenta con unas averías más comunes que otras

El Seat Ibiza sigue siendo uno de los modelos más vendidos en España. De hecho, según los últimos datos de matriculaciones, este modelo ha sido el séptimo coche más vendido de febrero con 1.593 unidades, siguiendo así la tónica de enero, cuando comercializó 3.001 vehículos. Haciendo la media, el Seat Ibiza es el quinto coche favorito de los usuarios españoles por matriculaciones.

Sin embargo, esta popularidad también hace que el Seat Ibiza sea el coche que más veces tenga que acudir al taller para solucionar alguna que otra avería. Esto es lógico, además de por la cantidad de coches que se venden, sus primeros modelos tienen casi 40 años, ya que la primera generación se lanzó al mercado en 1984.

En el mercado se pueden encontrar hasta cinco generaciones del Seat Ibiza, desde esa primera en los años 80 hasta la última de 2017. Cada una de ellas cuenta con unas averías más comunes que otras. Sabiéndolo con antelación y con un buen cuidado del coche, podrás seguir disfrutando de tu vehículo muchos años más.

Problemas de la primera generación

Como ya hemos dicho, el primer Seat Ibiza que se comenzó a vender en España está cerca de cumplir las cuatro décadas (de 1984 a 1993). Esa edad hace que sea un coche que pueda sufrir más averías y que necesite de una atención mayor para conservarlo en óptimas condiciones y que siga siendo seguro.

Sin embargo, el problema más común para este Seat Ibiza MK1 son las filtraciones de agua. Desde que salió al mercado, este modelo ha tenido siempre el mismo fallo: la filtración de agua por el parabrisas y las luces traseras. Otra avería común es que el silenciador se desgasta con facilidad. Lo cierto es que ninguno de estos problemas son excesivamente graves.

Averías de la segunda generación

Seat dejó de fabricar su primer modelo del Ibiza en 1993, desde esa fecha hasta 2002, lanzó al mercado la segunda generación de este vehículo. En estos coches, los principales problemas que suelen aparecer son eléctricos. Todo lo eléctrico que contenía el coche podía ser susceptible de avería. Desde el sensor de la temperatura hasta la radio sufre de fallos.

Pero, sin lugar a dudas, el problema más grave de este coche es la explosión espontanea de la luneta térmica al pisar el pedal de freno. Un fallo en el diseño de la luz de freno es el responsable de que tengas que ir al taller más veces de las que te gustaría. Este es un problema que algunos coches de Seat siguen padeciendo. En el tablero se enciende la luz de ABS, advirtiéndote de que los frenos puede que no funcionen como deberían, endureciéndose o perdiendo fuerza.

Los fallos de la tercera generación

Lo cierto es que la tercera generación del Seat Ibiza, cuyos coches salieron a la venta entre 2002 y 2008, repitieron fallos eléctricos. Si tienes un MK3, debes tener en cuenta que puede bloquearse el inmovilizador, lo que hará que no puedas arrancarlo.

Además, también suelen presentar fallos en el tablero, ya que este pierde nitidez y se ve pixelado. Un poco más graves son otras averías que suele presentar, como que deje de funcionar el marcador de revoluciones, de velocidad, temperatura o nivel de combustible. Si tu Seat Ibiza presenta alguno de estos problemas, debes acudir al taller de inmediato.

La cuarta generación es la que más averías cosecha

Seat Ibiza lanzó, entre 2008 y 2017, la cuarta generación de estos modelos intentando solucionar todos los problemas pasados. Sin embargo, esta intención se le volvió en contra, ya que estos vehículos son los que más averías cosechan. Algunos de estos problemas están relacionados con la seguridad. En concreto, los modelos de finales de 2017 presentan una lentitud en el inflado del airbag.

Los coches de ese mismo año también tienen que acudir reiteradamente al taller por problemas con los tornillos del sistema de dirección o por las deficiencias del sistema de aire acondicionado, que provocaba inflamaciones en casos de choques frontales. Todos los problemas que presenta este modelo son graves y Seat los ha tenido que llamar a revisión bastantes veces.

Los problemas de la quinta generación

La quinta generación, la más reciente, ya que sus primeros modelos salieron al mercado en 2017, presenta problemas con los frenos, como le pasaba a la MK2. En especial, los vehículos anteriores a 2020 tienen que pasar por el taller por esta causa. Este modelo tenía un fallo en la manguera de vacío del servofreno y bomba en tándem. Esto provocaba fugas del aceite del motor que dañaba el sistema de frenado y hacía que perdieran efecto.

Otro de los fallos que presenta la última generación tiene que ver con la seguridad. Muchos conductores recibieron un aviso para que acudieran al taller ya que el cinturón del asiento del medio no funcionaba correctamente y debía cambiarse. Sin embargo, la propia marca aconseja no usar ese asiento a no ser que sea necesario.

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