Hipoteca fija o variable, ¿cuál elegir en 2025?

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    • Con una hipoteca a tipo fijo, la mensualidad será siempre la misma, mientras que con una variable la cuota subirá o bajará en función del euríbor
    • La elección de una modalidad u otra dependerá de cuánto riesgo estés dispuesto a asumir, de tu situación económica y de las condiciones que te ofrezcan en el banco

    Comprar una casa es una decisión que hay que tomar de forma meditada. Y es que, salvo que tengas ahorros suficientes como para pagarla al contado, tendrás que solicitar una hipoteca, algo que marcará tu economía durante los próximos años, ya que es un producto de financiación a largo de plazo y de elevado importe. Por ello, es fundamental elegir la que más se adapte a tu situación financiera y personal. Pero ¿cuál es mejor: una hipoteca fija o una hipoteca variable? En Rastreator analizamos algunos factores que pueden ayudarte a resolver tus dudas.

    Hipoteca fija o variable: ¿cómo es cada tipo?

    Antes de valorar cuál de ellas te conviene, debes conocer sus principales características.

    ? Hipoteca fija

    Mantiene el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo, por lo que sus cuotas serán siempre las mismas. Esto te da estabilidad, pero no te permite beneficiarte de posibles bajadas del euríbor

    ? Hipoteca variable

    Tiene un interés compuesto, normalmente, por el valor del euríbor más un diferencial fijo. En este caso, las cuotas mensuales variarán periódicamente según lo haga el índice de referencia: bajarán cuando el indicador descienda y se encarecerán cuando suba.

    Diferencias entre hipoteca fija y variable

    Para poder evaluar qué tipo de hipoteca te interesa más, es importante conocer las principales características de cada una y en qué se diferencian.

    Tipo de interés

    Como ya hemos comentado, una hipoteca fija aplica el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo, mientras que el interés de una hipoteca variará periódicamente, según lo haga el índice de referencia. A priori, los tipos de interés de las hipotecas variables son menores que los de las de las hipotecas a plazo fijo. Sin embargo, esto no siempre es así, y puede incluso invertirse, ya que depende de la situación del mercado.

    Cuota

    La cuota de las hipotecas fijas será la misma a lo largo de toda la vida del préstamo, mientras que, en una variable, la mensualidad subirá o bajará en función de la evolución del índice al que esté referenciada.

    Plazo

    El plazo que ofrecen las entidades financieras para devolver financiación a tipo fjo suele ser más reducido que el que dan si se elige una hipoteca variable.

    Comisiones

    Las hipotecas fijas suelen tener un mayor número de comisiones y más altas respecto a las variables. Las más habituales son los gastos de apertura, la comisión de subrogación o la de amortización anticipada.

    Características de las hipotecas fijas

    Independientemente de si la situación del mercado hace que merezca más la pena contratar un tipo de préstamo u otro, las hipotecas fijas tienen una serie de ventajas, pero también una serie de inconvenientes que debes conocer.

    Ventajas de las hipotecas fijas

    El principal argumento a favor de este tipo de préstamos hipotecarios es que sus cuotas son constantes, suponen un menor coste a largo plazo y su negociación con el banco es más sencilla.

    • Cuotas constantes. Es el punto a favor que más destaca en las hipotecas fijas. No tendrás sorpresas en las cuotas porque desde el principio del préstamo sabrás lo que vas a pagar todos los meses.
    • Menor coste a largo plazo. Las hipotecas fijas suelen tener unos intereses más elevados que las variables, pero los plazos de amortización son más cortos. Esto significa que, a largo plazo, pagarás menos intereses pues los abonarás durante menos tiempo (siempre y cuando el tipo al que se haya contratado no sea muy elevado).
    • Negociación más simple. A diferencia de los préstamos a tipo variable, la cuota de las hipotecas fijas no se actualiza. Esto te otorga más facilidad a la hora de negociar las condiciones del préstamo. Lo único que deberás negociar con el banco será el tipo al que este ofrecerá la hipoteca fija.

    Inconvenientes de las hipotecas fijas

    Las hipotecas a tipo fijo habían tenido poca tradición en España debido a sus elevados intereses. Pero todo cambió cuando el Euríbor empezó a subir. Y aunque las hipotecas fijas han sido muy populares en los últimos años, también presentan algunas desventajas.

    • Intereses más altos. Las hipotecas fijas suelen tener intereses más altos a cambio de protegerse en el futuro frente a posibles subidas. Este punto es un arma de doble filo porque puedes estar pagando cifras más elevadas si el índice al que se referencia baja durante los años de vida del préstamo.
    • Plazo de amortización es más corto. Los plazos de amortización en los que se mueven las hipotecas fijas siempre se han situado entre los 10 y los 15 años. Ahora esto ha cambiado, pero siguen siendo más reducidos que con una variable. Esto implica que el cliente tendrá menos tiempo para devolver el préstamo. Además, si quieres ampliar este plazo, tendrás que pagar unos intereses más elevados.
    • Más comisiones. las hipotecas fijas suelen tener un mayor número de comisiones y más altas respecto a las variables. Las más habituales son los gastos de apertura, la comisión de subrogación o la de amortización anticipada.
    • Más productos vinculados. Otra de las desventajas de las hipotecas a tipo fijo es la contratación de productos vinculados para que reducir lo máximo posible los intereses que vas a pagar. Pueden ser desde seguros de vida u hogar, hasta domiciliación de recibos.

    Características de las hipotecas variables

    Con una hipoteca a tipo variable, hay que tener en cuenta que las cuotas variarán una o dos veces al año (dependiendo de si la revisión que se pacte con el banco es semestral o anual) y que unas veces se pueden abaratar, pero también habrá ocasiones en las que se encarezcan. Sin embargo, como cualquier producto, tienen sus ventajas y sus desventajas.

    Ventajas de las hipotecas variables

    Las hipotecas variables tienen una serie de ventajas que las hacen atractivas a la hora de decantarse por ellas para conseguir financiación para una vivienda. Estas son las principales:

    • Están sujetas a la evolución del Euríbor. El hecho de que estén sujetas a la evolución del euríbor supone su mayor ventaja y, en ocasiones, su principal inconveniente. Desde un punto de vista positivo, la variación del precio del dinero puede suponer un abaratamiento de las cuotas en un contexto económico de intereses bajos.
    • Plazo de amortización más largo. Las hipotecas variables ofrecen cierta flexibilidad al comprador ya que es posible extender la devolución del préstamo hasta los 40 años. Por lo tanto, esto supone una ventaja para quienes necesiten pagar cuotas reducidas.
    • Suelen ser más económicas. Siempre y cuando el Euribor esté en niveles bajos, las hipotecas variables tendrán unos intereses más reducidos respecto a las de carácter fijo. Esto implica que los bancos también ofrecerán diferenciales más atractivos, dando como resultado un precio más económico si no se extiende demasiado en plazo.
    • Menos comisiones y menos vinculación. Aunque las hipotecas fijas se asemejan, cada vez más, a las variables con el objetivo de impulsar su contratación, lo cierto es que, en cuanto a comisiones, las segundas siguen siendo más flexibles. Además, suele ser necesaria la contratación de un menor número de productos, aunque por lo general se exige un seguro de vida y una póliza de hogar.

    Inconvenientes de las hipotecas variables

    Pese a que las hipotecas a tipo de interés variable han tenido una larga tradición en España, también tienen algunos puntos negativos. Entre los inconvenientes de las hipotecas variables destacan:

    • Cuotas inestables. La modalidad variable puede suponer una gran desventaja ya que depende únicamente de los movimientos del euríbor. Esto significa que, si el índice al que se referencian las hipotecas sube, también lo hará la cuota mensual.
    • Extender los plazos encarece el préstamo. Las hipotecas variables se caracterizan por tener más flexibilidad en cuanto a plazos. Sin embargo, cuanto más se alargue el plazo de amortización del préstamo, más intereses tendrás que pagar.
    • Negociación más complicada. La necesidad de obtener un diferencial reducido a la hora de pedir una hipoteca variable llevará al cliente a tener que negociar con su entidad bancaria.

    ¿Qué es mejor una hipoteca fija o una variable?

    Está claro que no hay una opción que sea la mejor, pero sí una que encaje mejor con tus necesidades. La clave está en conocerte bien, en saber cómo gestionas el riesgo, cuál es tu situación económica y cuánto valoras la seguridad.

    En cualquier caso, las hipotecas fijas son para ti si…

    • Quieres dormir tranquilo sabiendo lo que pagarás siempre. Si prefieres la estabilidad por encima de todo, la hipoteca fija es tu opción. Nada de sorpresas. Es perfecta si no te llevas bien con la incertidumbre o si simplemente no quieres que el Euribor condicione tu economía.
    • No te gusta jugar con tu dinero. En este tipo de hipoteca, quien asume el riesgo es el banco, no tú. Si el Euribor se dispara en unos años, tu cuota seguirá exactamente igual. Y eso, en tiempos revueltos, da mucha paz mental.
    • Tienes una economía estable y valoras poder planificar. Al mantener siempre la misma cuota, puedes organizar tus finanzas sin sobresaltos.
    • Te importa más la previsión que pagar un poco menos al principio. Sí, es cierto: las hipotecas fijas suelen tener un interés más alto que las variables, al menos de entrada. Y puede que no encuentres tanta oferta como en otras modalidades. Pero, a cambio, consigues tranquilidad a largo plazo.

    De la misma manera, las hipotecas variables son para ti si…

    • Estás dispuesto a asumir riesgos a cambio de pagar menos al principio. Ahora mismo, muchas entidades están favoreciendo este tipo de hipotecas. Con el Euribor bajando y unos diferenciales competitivos, la cuota inicial puede ser más baja que en una fija. Eso sí, es una modalidad para quienes toleran bien los cambios.
    • Reaccionas bien a los movimientos de los tipos de interés. Con una hipoteca variable, el interés que pagarás dependerá del Euribor. Si se mantiene estable o incluso baja, puedes salir ganando. Pero si sube, tu cuota también lo hará. A veces, ahorrarás y, otras, no.
    • Tienes margen económico y flexibilidad para adaptarte. Esta opción encaja mejor con perfiles que tienen una cierta holgura financiera o unos ingresos que pueden crecer con el tiempo. También es interesante a la hora de amortizar antes de tiempo, ya que el coste inicial es más bajo.
    • Estás dispuesto a seguir de cerca la evolución del mercado, ya que la hipoteca variable requiere algo más de atención. Si eres de los que no se asustan al mirar los datos económicos o te gusta estar al tanto de las tendencias financieras, este modelo te puede resultar incluso interesante.

    ¿Qué conviene más en 2025, hipoteca fija o variable?

    Tomar decisiones nunca es fácil. Y elegir entre una hipoteca fija o variable no es la excepción. No obstante, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) —correspondientes a mayo de 2025—, los españoles parecen tenerlo claro. Y es que 7 de cada 10 de las nuevas hipotecas firmadas ese mes (el 69,9%) fueron a tipo fijo, mientras que las variables solo representaron el 30,1%. Se trata de una tendencia que lleva consolidándose hace tiempo. De hecho, un año, en mayo de 2024, las hipotecas fijas representaban solo el 56,6%. Desde entonces no han parado de subir mes tras mes. Mientras tanto, las variables han ido perdiendo terreno, pasando del 44,4% que representaban en mayo del 2024 al actual 30,1%.

    La respuesta a este cambio puede encontrarse en el comportamiento del Euribor. Y es que el índice que marca el precio del dinero para las hipotecas variables ha sido el gran protagonista de los últimos tiempos. Tras varios años de subidas, el euríbor ha comenzado a dar señales de moderación en 2025, aunque todavía sigue alto. Y eso, se nota. Hoy por hoy, esa incertidumbre todavía pesa. Y aunque las previsiones apuntan a que el Euribor seguirá bajando, nadie puede garantizarlo.

    En cualquier caso, tanto si optas por una hipoteca fija como si finalmente eliges una variable, recuerda que, si en el futuro varía la situación y te conviene cambiar de tipo de interés, puedes hacerlo. Existen fórmulas como la subrogación o la novación que permiten renegociar tu hipoteca y adaptarla a tu nueva situación o a las condiciones del mercado.

    Comparar las mejores hipotecas

    Conseguir una hipoteca puede convertirse en todo un quebradero de cabeza. Elegir el banco, decidir si se contrata una fija o una variable o definir cuál será el plazo de amortización son cuestiones que pueden contribuir a alargar el proceso de solicitud más de lo esperado. En el comparador de hipotecas de Rastreator podrás estudiar todas las opciones y elegir la que más se adapte a tu situación financiera y personal. Además, si no estás seguro del dinero que te puede prestar el banco puedes utilizar nuestro simulador de hipotecas para saber a qué casa puedes aspirar.

    Escrito por:
    Leticia Iserte

    Periodista multidisciplinar especializada en información económica, marketing y publicidad. Ha desarrollado su carrera profesional en diferentes medios de comunicación, principalmente impresos y digitales, pasando también por la comunicación institucional y corporativa.