Cambiar de hipoteca variable a fija, ¿merece la pena?

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Cambiar una hipoteca de tipo variable a fijo es un movimiento habitual cuando los tipos de interés fluctúan sin control. Y es que son muchas las personas que en los últimos años han tomado esta decisión para blindarse ante una posible subida del euríbor y saber cuánto van a pagar todos los años. Si te estás planteando tomar la decisión, en Rastreator te explicamos cuáles son las ventajas e inconvenientes de esta operación, cómo debes realizarla y cuánto te puede costar.

Cambio de hipoteca variable a fija, ¿qué es?

Cambiar una hipoteca de variable a fija es un proceso por el que se modifican las condiciones del préstamo hipotecario, que deja de estar asociado al euríbor y, por lo tanto, dejará de fluctuar, para pagar una cuota estable con el tipo de interés que fije el banco y esta cantidad será la que pagues durante toda la vida del préstamo. De esta forma, tu hipoteca dejará de estar supeditada a los cambios de este índice, para mantenerse estable, por lo que sabrás lo que vas a pagar todos los meses.

Este movimiento financiero puede ser favorable si el euríbor está al alza o si quieres evitar el riesgo de que suba inesperadamente y, con ello, la mensualidad de tu hipoteca. Es posible hacer este cambio de hipoteca variable a fija mediante una novación, es decir cambiar las condiciones con el mismo banco, o mediante una subrogación, que sería llevar tu hipoteca a otra entidad financiera en la que tengan mejores condiciones.

Ventajas de pasar de una hipoteca variable a una fija

Si te estás planteando cambiar tu hipoteca variable por una fija, debes saber que la operación tiene sus ventajas. Así a favor del cambio juegan factores como:

  • Mayor seguridad. Se trata de un modelo de financiación más sencillo para el hipotecado, puesto que en todo momento tendrás claros los costes de tu préstamo hipotecario. Todos los meses pagarás lo mismo gracias a la cuota fija, con lo que ganarás en seguridad y certidumbre.
  • Más estabilidad. Al pagar la misma cuota todos los meses, te librarás de las consecuencias de futuras subidas del euríbor y podrás planificar mejor tus pagos y gastos.
  • Tipos competitivos. A día de hoy, la oferta hipotecaria a tipo fijo se ha ampliado notablemente y los bancos, todavía ofrecen préstamos de este tipo a un interés atractivo, que se mantendrá hasta que termines de pagar.

Inconvenientes de cambiar una hipoteca variable a una fija

Sin embargo, el cambio de una hipoteca variable a una fija también tiene sus desventajas:

  • No podrás beneficiarte de las bajadas que pudiera registrar el euríbor en un futuro y, por tanto, de una reducción en tu cuota, con el consiguiente ahorro para tu bolsillo.
  • Generalmente, los intereses que te ofrecen las entidades financieras para las hipotecas variables son más bajos que para las fijas y los requisitos también suelen ser menores.

Cómo cambiar de una hipoteca variable a una fija

Si consideras que cambiar tu préstamo a tipo variable por uno fijo es una buena alternativa, lo primero que tendrás que hacer es analizar el mercado para conocer las ofertas más interesantes de los bancos y a cuáles puedes aspirar. Una vez hecho esto, tienes varias opciones para realizar la operación y, en función de la fórmula que elijas, los gastos y los trámites que tendrás que hacer son distintos.

¿Cómo pasar de una hipoteca variable a fija con una novación?

Una novación es renegociar las condiciones de la hipoteca con tu banco para conseguir que sean más favorables. En concreto, siempre y cuando llegues a un acuerdo con tu entidad financiera, permite realizar cambios sobre el préstamo hipotecario respecto al tipo de interés aplicado, al importe pendiente (si necesitas disponer de más dinero), el plazo de amortización o sobre los titulares del préstamo. Para llevar a cabo la novación, el banco estudiará tu caso en particular y decidirá si accede al cambio.

¿Cómo cambiar mi hipoteca de variable a fija mediante subrogación?

La subrogación de hipoteca consiste en cambiar la hipoteca a otro banco que acepte pasarla a tipo fijo. En este caso, no puedes modificar ni el importe ni el plazo de la hipoteca actual, pero sí las condiciones, como pasar de tipo variable a tipo fijo o mejorar el interés que tienes que pagar, obteniendo unas condiciones económicas más ventajosas que en tu entidad.

En este sentido, lo ideal es plantear tu deseo de pasar de un tipo variable a uno fijo tanto al banco con el que tienes la hipoteca como a otras entidades. Así, tendrás más ofertas y podrás negociar mejor.

Pasar de hipoteca variable a fija mediante la cancelación

También puedes cancelar la hipoteca variable que tienes en la actualidad, suscribiendo un nuevo préstamo a tipo fijo. Es la opción más cara, ya que hay que pagar los gastos de constitución del nuevo crédito hipotecario más los asociados a la cancelación del antiguo. Por eso, salvo que, además del tipo de interés, quieras ampliar capital y años de amortización, no es la opción más recomendable.

¿Cuánto cuesta pasar de una hipoteca variable a fija?

Como puedes imaginar, el cambio de una hipoteca variable a una fija no es gratis. No obstante, el gasto que te puede suponer dependerá de las condiciones que tengas pactadas en tu contrato y de la fórmula que utilices para hacerlo.

¿Existe alguna penalización por cambiar de variable a fijo?

Si decides quedarte en tu banco y hacer una novación para cambiar tu hipoteca variable a fija tendrás que pagar la comisión por modificación o novación. La nueva ley hipotecaria la limita a un 0,15% durante los tres primeros años de vida de la hipoteca. A partir del cuarto año, tu banco no te puede cobrar nada. Tampoco tendrás que abonar ningún gasto de notaría, registro y gestoría, porque, es el banco quien los asume.

Si para cambiar el tipo de tu hipoteca de variable a fijo optas por llevártela a otro banco (subrogación), tendrás que pagar un máximo del 0,15% si es en los tres primeros años de vida del préstamo igual que ocurre en la novación. A partir del cuarto, el banco tampoco podrá cobrarte nada. Lo que sí que tendrás que pagar tú es la tasación de la vivienda. No obstante, si te decides por esta alternativa recuerda que el interés no lo es todo. Fíjate también en el precio de los productos que tengas que contratar para conseguir ese interés y en las comisiones que te puede aplicar el nuevo banco.

¿Merece la pena cambiar tu hipoteca variable a una fija?

Sí podría merecer la pena cambiar tu hipoteca variable a una fija, pero esto dependerá de las condiciones de tu hipoteca y de la situación del mercado en el momento en que quieras hacer el cambio. Por ejemplo, si el euríbor vuelve a posicionarse en terreno negativo, podría no interesarte cambiar tu hipoteca a un tipo fijo, ya que, en ese caso, te estarías beneficiando de los tipos reducidos gracias a la caída del euríbor. Si, por el contrario, el euríbor vuelve a subir inesperadamente de forma abrupta, sí podría merecer la pena cambiar tu hipoteca a una fija para no tener que estar pendiente de las fluctuaciones de este índice.

¿Es buen momento para cambiar de hipoteca variable a fija?

Este podría ser un buen momento para cambiar de hipoteca variable a fija, aunque tendrás que analizar tu caso particular antes de tomar la decisión. Es importante que te fijes en algunos aspectos como los años que te quedan para terminar pagar la hipoteca, los costes que impone la entidad financiera por hacer el cambio y las condiciones que te ofrecen para la hipoteca fija.

Razones para cambiar ahora

  • El euríbor se encuentra en tendencia ascendente desde mayo de este año y ya ronda el 2,2%.
  • Hay hipotecas fijas desde el 2,15% TIN a 25 años, que podrías conseguir dependiendo de tu caso concreto.
  • Si tu hipoteca variable tiene un diferencial alto y no quieres seguir sin saber cuánto vas a pagar cada año.

¿Cuándo no es buen momento para cambiar?

  • No es buen momento para cambiar una hipoteca variable a una fija si tienes un diferencial muy bajo, ya que podrías no obtener ningún beneficio del cambio.
  • Cuando faltan pocos años para terminar de pagar el préstamo, porque te queda poco capital que amortizar y los costes del cambio pueden no merecer la pena.
  • Si tu banco no te mejora las condiciones en la hipoteca fija.
Escrito por:
Leticia Iserte

Periodista multidisciplinar especializada en información económica, marketing y publicidad. Ha desarrollado su carrera profesional en diferentes medios de comunicación, principalmente impresos y digitales, pasando también por la comunicación institucional y corporativa.

Revisado por:
Sergio Carbajal

Responsable de productos financieros e hipotecas