La cuota es cada uno de los pagos mensuales que tiene que realizar el titular del contrato para amortizar un préstamo hipotecario. Con esas porciones el cliente debe devolver el dinero recibido de una entidad financiera junto con una suma de intereses.
Para determinar esa cuota, hay que tener en cuenta el llamado diferencial, que es un porcentaje fijo que aplica cada entidad bancaria. También habrá que vigilar la evolución del euríbor si se trata de una hipoteca variable. Sin embargo, en las de tipo fijo se mantendrá la cuota estable a lo largo de la vida del préstamo.