AdBlue: qué es y por qué lo tienen que llevar los coches diésel

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  • El AdBlue es un aditivo obligatorio en todos los vehículos diésel desde 2014
  • Este líquido consigue reducir los gases contaminantes producidos por los motores diésel
adblue
Si te quedas sin AdBlue en el coche, el motor no encenderá o el vehículo limitará su rendimiento

Uno de los principales problemas que tienen los coches de combustión es todo lo que contaminan a través de las emisiones de los gases que provocan sus motores. Poco a poco, los fabricantes y la Unión Europea están trabajando para reducirlos y hacerlos más sostenibles. De entre los dos modelos de motores tradicionales que existen, gasolina y diésel, este último es el que menos popularidad tiene a día de hoy.

Aunque en la década de los 2000 los coches diésel llegaron para revolucionar el mercado, el denominado «Dieselgate» empezó a dinamitar la confianza que habían depositado en ellos los usuarios. Para tratar de minimizar la cantidad de emisiones de estos vehículos, la UE estableció la norma de que se debería añadir AdBlue.

¿Qué es el AdBlue?

Pero, ¿qué es el AdBlue? Se trata de un aditivo específico para reducir las emisiones contaminantes de los coches diésel. Se trata de un sistema estandarizado y obligatorio en todos los vehículos con motor de gasoil desde 2014, año en el que entró en vigor la normativa Euro 6.

Aunque AdBlue es su nombre comercial, este aditivo químico de urea se llama oficialmente AUS32, es decir, es una disolución de urea al 32%, aproximadamente. De esta manera, este componente logra reducir drásticamente los gases contaminantes producidos por la combustión del gasóleo, en particular el óxido de nitrógeno (NOx).

Sin embargo, el AdBlue no funciona solo, ya que necesita de un tubo de escape con un catalizador del tipo SCR (Selective Catalytic Reduction), que es donde se lleva a cabo el proceso de reducción de emisiones, y el propio depósito contenedor.

Por qué es importante el AdBlue

Como hemos dicho, los gases que emiten los coches diésel contienen unas altas cantidades de monóxido de nitrógeno, altamente nocivo para los seres vivos cuando se elevan las concentraciones a baja altura. De esta manera, con todo este proceso impulsado por el AdBlue se consigue neutralizar esta toxicidad.

Lo cierto es que el AdBlue nunca se mezcla con el gasóleo, sino que se encuentra en un depósito distinto y solo entra en contacto con los gases de escape dentro del catalizador SCR, que se transforma en amoniaco.

Este es el elemento catalizador necesario para descomponer mediante una reacción química los dañinos óxidos de nitrógeno (NOx) en sustancias inofensivas para el medio ambiente (N y H2O).

Debes saber que el precio de un litro de AdBlue se sitúa sobre los 0,60 euros de manera estable. Esto quiere decir que es muy asequible. Además, aunque se puede encontrar en muchos lugares, lo más habitual es que lo adquieras en cualquiera de las gasolineras que hay en la red españolas.

El depósito del AdBlue suele tener una capacidad de entre 10 y 20 litros, lo que supone que debe reponerse a los 5.000 o 20.000 kilómetros, dependiendo de varios factores como es el tamaño del depósito o la eficiencia del líquido. El consumo de AdBlue también puede variar dependiendo del estilo de conducción, las condiciones de la carretera, la carga del vehículo y otros factores operativos.

Para saber cuándo cambiarlo, estos coches tienen un testigo en el cuadro de mandos que te avisa de cuándo el nivel de este líquido está bajo, como si fuese el de la gasolina o el líquido de frenos.

Qué ocurre si no echas AdBlue al coche

Aunque tengas este chivato, puede ser que no estés atento y te quedes sin líquido AdBlue en el depósito. De ser así, debes saber que el coche no arranca y, por tanto, quedará inutilizado hasta que lo repongas.

Además de este problema, no utilizar AdBlue supone enfrentarte a otros inconvenientes, como es el aumento de las emisiones NOx, ya que este aditivo es clave para reducirlas. Esto haría que el coche no pasase la ITV, por lo que no podrías conducirlo.

Por otro lado, como hemos dicho, el motor no arranca o se daña. Es decir, el sistema de gestión del motor puede limitar el rendimiento para reducir las emisiones, lo que se traduce en una reducción en la potencia del motor o en la velocidad máxima.

No tener el suficiente líquido de este aditivo también puede provocar que se active el «modo de funcionamiento limitado». Este modo lo que hace es capar aún más el rendimiento del motor o, directamente, impedir que se encienda el motor hasta que se rellene por completo el depósito.

Otro de los problemas al que te puedes enfrentar si circulas durante bastante tiempo sin AdBlue es el dañar el catalizador, ya que estaría trabajando para nada. Cambiarlo o repararlo tiene un coste muy elevado, por encima de los 1.500 euros.

Por último, y como hemos señalado, circular con AdBlue es obligatorio para todo tipo de coches diésel. No hacerlo puede acarrear una multa de hasta 20.000 euros si es detectado por la Guardia Civil de Tráfico en los controles aleatorios que hace.

Qué ocurre si echas AdBlue en el depósito del diésel

Aunque la boca de llenado del AdBlue y del diésel están claramente diferenciadas, en muchos vehículos los depósitos están pegados y puede llevar a la confusión. Es importante tener cuidado y no mezclar los líquidos porque puede provocar una avería grave en el coche. Aun así, como un despiste lo puede tener cualquiera, debes saber que es crucial no encender el motor. Además, si tienes un seguro de coche con asistencia en carretera, te ayudará si te ocurre un percance de este estilo en una gasolinera.

Escrito por:
Lidia Vega

Periodista especializada en información económica, principalmente en motor y seguros de coche y moto. Lidia es graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y cuenta, además, con un Máster de Radio por la UCM y Radio Nacional de España.