¿Vale la pena comprar una moto accidentada?
- Comprar una moto accidentada es una forma de adquirir un vehículo a un precio más bajo, pero debes estar seguro de su estado
- El motor y el chasis son dos de los elementos que deben estar en perfectas condiciones
Antes de comprar un vehículo sueles tantear todas las ofertas que están a tu alcance para saber cuál es la que más se adapta a lo que quieres o puedes permitirte. Esto también pasa cuando queremos hacernos con una moto, y más si nuestra intención es solamente usarla para trayectos urbanos.
Además de las motos de segunda mano, otra vía que se nos abre para comprarnos una a un precio más asequible es adquirir una moto accidentada. A pesar de que puede ser una buena posibilidad para ahorrarnos un dinero, aunque esta compra también trae consigo algunos riesgos.
Aunque es una opción que muchas personas suelen contemplar, incluso llevar a cabo, es cierto que los expertos no recomiendan comprar una moto accidentada. Esto es algo lógico, ya que, después de un accidente, los vehículos suelen presentar fallos graves en sus piezas o componentes. Dependiendo de dónde se haya producido el accidente la gravedad puede ser mayor, por ejemplo, si lo que ha resultado dañado es el motor o el chasis, lo que no permitiría circular con ningún tipo de seguridad.
Pero, si realmente te has enamorado de una moto accidentada o no tienes dinero para optar a otro tipo de vehículo, es recomendable que antes de hacerte con ella revises algunos aspectos para poder disfrutar con tranquilidad de tu nueva moto.
La matrícula y el chasis, los dos factores claves para revisar
Antes de comprar ningún vehículo, lo primero que debes conocer es su historia. En concreto, su historia legal. Es decir, debes saber de antemano el tiempo de uso, cuánto ha estado parado el motor, kilometraje, estado de las ruedas, freno y motor o la última revisión de la ITV. Todo esto lo puedes consultar pidiendo el historial de la moto a la Dirección General de Tráfico. Lo podrás hacer tanto presencial como online tan solo entregando el número de matrícula.
Además, es conveniente saber si la venta se está haciendo directamente con el dueño o no. Tener controlado todos estos aspectos revisados por la DGT te da la tranquilidad de saber que no se trata de una moto robada o con algún problema legal.
Por otro lado, no solo debes revisar concienzudamente el historial de la moto, sino también todas sus piezas. El corazón del vehículo es el motor, por eso debes comprobar que funciona a la perfección y que no está dañado. Sin embargo, tampoco puedes olvidarte del chasis, otra de las piezas fundamentales.
Antes de comenzar la negociación, debes revisar muy bien el chasis, ya que en la mayoría de los accidentes graves los dueños deciden no repararlos en su totalidad debido al alto coste. Si al hacer la inspección descubres que el chasis está muy golpeado o en un pésimo estado, lo mejor que puedes hacer es levantarte de la mesa y empezar a buscar otra moto que comprar.
Por último, si has comprobado todos estos puntos y ves que la moto está en perfectas condiciones, debes investigar antes de finalizar la compra el precio de los recambios de la moto en el mercado, así como cuánto costaría repararla en caso de tener una avería. Esto es crucial porque, si el coste de los recambios es muy alto, el precio de la moto en total nos saldría extremadamente caro y, muy probablemente, la dejemos abandonada.
Una vez investigado y revisado todos estos puntos el resultado es satisfactorio, ¡enhorabuena, has encontrado la moto de tus sueños! Ahora solo te faltaría contratar un seguro de moto, comprarte una buena equipación, empezando por el casco, la chaqueta y los guantes, y a disfrutar de tu nuevo vehículo.
Periodista especializada en información económica, principalmente en motor y seguros de coche y moto. Lidia es graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y cuenta, además, con un Máster de Radio por la UCM y Radio Nacional de España.
