El peso como condicionante del seguro de vida

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Si usted está obseso, y especialmente si padece alguno de los desórdenes asociados con la obesidad, es muy posible que le resulte complicado suscribir una póliza de vida, y en caso afirmativo, tendrá que pagar más por su seguro. Oficialmente, está en situación de sobrepeso para su compañía aseguradora de referencia si su cuerpo lleva encima más cantidad de grasa de la que debiera. El cálculo es sencillo. El Índice de Masa Corporal (IMC) se determina en base a la estatura y peso. Si está entre 25 y 29,9 se dice que hay «sobrepeso». Con carácter oficial se es «obeso» cuando este ratio se encuentra por encima de 30.

Cada aseguradora tienen sus propias normas de aplicación de tasas de acuerdo al peso, pero si se llega a la categoría de obesidad, es muy posible que se tenga que pagar entre un 30-40% más que si el índice no sobrepasara el umbral. Resulta por lo tanto recomendable realizar una comparativa con diferentes aseguradoras porque pueden aplicar diferentes penalidades a la persona con sobrepeso. Es imperativo buscar las mejores tasas del mercado y hacer una comparación del costo de sus pólizas. Puede llevarse a cabo, por ejemplo, en portales online como Rastreator.

En efecto, la obesidad es un asunto serio que puede ocasionar problemas de salud graves, así que las aseguradoras se aferran al riesgo para aplicar tasas más caras cuando quien solicita presupuesto para un seguro de vida tiene este perfil y, en ocasiones llegan a negar la posibilidad de contratación. Se entiende que tener sobrepeso o estar obeso aumenta los riesgos de tener graves desórdenes de salud como por ejemplo hipertensión (presión alta de la sangre), osteoartritis (degeneración de los cartílagos y los huesos de las articulaciones), dislipidemia (alteración de los lípidos de la sangre como colesterol y triglicéridos altos), diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas, apnea del sueño y problemas respiratorios.

Para mantener un peso saludable, es por lo general necesaria una dieta saludable y un programa sostenido de actividad física. Las dos cosas requieren cierta dosis de compromiso y moderación, algo que no siempre resulta fácil. De acuerdo a las estadísticas mundiales, la obesidad es un mal bastante común en la mayoría de países desarrollados. Hay lugares donde la obesidad alcanza el 30% de la población. Se cree que para el 2020, el 85% de la población adulta de Estados Unidos tendrá sobrepeso. El sobrepeso y la obesidad afectan en España al 56% de los adultos y al 77 % de los niños y adolescentes según la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española (ENIDE) 2011 de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Semejante panorama no es consecuencia de que en este país se coma demasiado, sino de que se come de forma desequilibrada, abusando de carnes rojas, refrescos y bollería. Tampoco ayuda que el 46% de los españoles lleve una vida sedentaria.