¿Cómo usar el lavavajillas para ahorrar energía?
El ahorro de energía en el hogar es un tema cada vez más importante. Manteniendo buenos hábitos de consumo controlaremos el gasto e incluso disminuiremos nuestra factura de electricidad.
Una acción tan sencilla como poner un lavavajillas puede hacernos ahorrar mucho dinero a lo largo del año. Si quieres lograr que tu lavavajillas no te impida ahorrar energía, intenta seguir los siguientes consejos:
Programa de lavado del lavavajillas
La elección del programa de lavado es lo que más energía nos va a hacer ahorrar. Una gran parte del consumo del lavavajillas se emplea en calentar el agua. Un programa de larga duración calentará más agua y por consiguiente gastará más electricidad y, por supuesto, más agua. Selecciona bien el programa de lavado dependiendo de la suciedad de tu vajilla y utensilios de cocina. Un enjuague previo con agua fría antes de introducir los utensilios más sucios en el lavavajillas hará que podamos usar programas de lavado más cortos y eficientes.
Lavar los platos a mano no ahorra energía
Enjuaga solo los platos con más suciedad incrustada antes de meterlos en el lavavajillas, no enjuagues todos por defecto. Ten en cuenta que un lavavajillas trabaja mejor si tiene algo que limpiar.
La creencia de que lavar a mano ahorra es un mito. Un lavavajillas usa de media 10 litros de agua por lavado mientras que lavar la misma cantidad de platos hará que gastemos entre 10 y 20 veces más agua!!! Además, lavar a mano con agua caliente supone un gasto de gas o electricidad de nuestro termo o calentador de agua muy superior al consumo del lavavajillas para la misma cantidad de platos.
La carga de tu lavavajillas
Evita cargar a medias las bandejas de tu lavavajillas. Esto hará que tengas que hacer menos lavados a lo largo del mes con lo que ahorrarás electricidad y agua. Es preferible que cargues al 100% de su capacidad el lavavajillas y uses un programa más largo de lavado antes que cargarlo a medias y ponerlo dos o tres veces.