Una hipoteca a interés variable es la que está compuesta por un tipo de interés con un porcentaje fijo (llamado diferencial) y otro variable (el índice de referencia). Esto supone que hay que pactar una revisión del préstamo en un plazo determinado, que suele ser semestral o anual.
Para realizar esa revisión se fija un índice de referencia, en España el más habitual es el euríbor, cuya evolución determinará el aumento o la reducción de la cuota de la hipoteca. En resumen, las cuotas mensuales de tu hipoteca cambiarán a lo largo de los años en función de cómo se comporten los tipos de interés en el mercado.