A la hora de firmar una hipoteca nos vamos a encontrar que hay que pagar varios tributos, uno de los más importantes es el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), también conocido como impuesto de las hipotecas. Este impuesto grava los documentos notariales, mercantiles o administrativos y cambia en función de la comunidad autónoma donde se encuentre el inmueble (la cifra puede oscilar entre el 0,5% y el 2% de la hipoteca). Aunque tradicionalmente lo pagaba el comprador, el 10 de noviembre de 2018 entró en vigor un decreto ley que obliga a que sean los bancos quienes tengan que abonarlo.