La carga rápida de los coches eléctricos degrada más la batería

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  • Un estudio de Aviloo Battery Diagnostics demuestra que utilizar la carga rápida de manera continua perjudica al estado de la batería del coche eléctrico
  • La salud de la batería de los coches puede llegar a disminuir un 17% más que sin carga rápida

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Los coches eléctricos son, según la industria automovilística y con permiso de los e-fuels, que en las últimas semanas han ganado relevancia en el camino de los vehículos del futuro. Sin embargo, la electrificación aún tiene muchísimas dudas y todas se resumen en un elemento: las baterías. Para los seguros de coche pueden ser un elemento de conflicto por los costes de reparación, mientras que para los conductores el problema puede encontrarse en el mantenimiento si no se tiene cuidado al cargar el coche.

Las baterías son la clave para el impulso de los coches eléctricos, ya que gracias a ellas se puede ganar autonomía. Pero, a la vez, también son la parte más delicada de estos vehículos. Un solo golpe, por pequeño que sea, puede dejarlas inservibles tanto a ellas como al propio coche.

Pero no solo eso, la forma de carga también puede romperlas. Desde hace tiempo se viene sospechando que la carga de gran potencia deteriora las baterías, pero ahora un estudio realizado por Aviloo Battery Diagnostics lo corrobora.

¿Qué es la carga rápida de los coches eléctricos?

Antes que nada hay que entender qué es carga rápida. Este tipo de carga se refiere cuando la batería recupera su energía conectada a una corriente continua de potencia superior a los 43 kW. Aunque de esta manera el coche se carga mucho antes, también genera mucho calor, que se va incrementando dependiendo de las condiciones ambientales y por la propia potencia del cargador.

Hasta ahora, este no es un problema que se hubiera planteado de forma serie en España porque aquí casi no hay cargadores de carga rápida. Algo que está suponiendo un problema para la implantación del coche eléctrico y que todos los fabricantes llevan tiempo reclamando al Gobierno. También hay que tener en cuenta que no todos los coches están capacitados para usar este tipo de cargadores, solo lo pueden hacer los que estén equipados con baterías de gran potencia.

Todas las baterías reducían su vida útil

El estudio elaborado por Aviloo Battery Diagnostics demuestra que el estado de la batería de los vehículos con un kilometraje de 180.000 a 200.000 kilómetros disminuye alrededor de 17 puntos porcentuales más que los vehículos sin carga rápida, dependiendo de la proporción de carga rápida.

Sin embargo, para comprobar si esta correlación también se producía en los coches con menor kilometraje, este equipo tomó otra muestra de vehículos con un kilometraje de 80.000 a 100.000 km. Los resultados muestran que con una alta proporción de carga rápida, incluso con un kilometraje relativamente bajo, la salud de la batería se reduce en alrededor de 7,5 puntos porcentuales más que en los vehículos sin carga rápida.

Este estudio se ha extendido durante más de tres años y se ha analizado el estado de salud de las baterías o SoH (State of Health) de 160 coches de diferentes marcas y categorías. Todos los vehículos incluidos en el análisis contienen sistemas de gestión térmica y tenían una degradación «normal».

En ninguno de los vehículos analizados se detectó fallo alguno en sus sistemas de gestión de carga, por lo que la disminución de capacidad detectada en sus baterías es debida exclusivamente al uso repetido de cargas rápidas para recuperar su autonomía.

En ambos análisis se demuestra que la batería se deteriora según el aumento de kilometraje y una mayor proporción de carga rápida. Según detalla Aviloo, «si un vehículo solo se carga rápidamente, el envejecimiento adicional causado por estas cargas rápidas es de aproximadamente un 7,5 % después de 100.000 km, mientras que ya es de aproximadamente un 17 % después de 200.000 km».

El deterioro también depende de la frecuencia de las cargas a potencias elevadas y puede llegar a un 25% de pérdida en la capacidad de almacenaje antes de alcanzar los 200.000 kilómetros si se abusa de estas cargas rápidas (un 70% de las totales).

Para evitar un envejecimiento prematuro de nuestras baterías, Aviloo recomienda que solo se use la carga rápida en momentos realmente necesarios, como un viaje largo en el que se necesite recuperar autonomía de forma muy rápida. Para el día a día, la empresa recomienda los sistemas de carga lenta, que, aunque tarden más en repostar la energía del coche, alarga la vida útil de sus baterías.

Escrito por:
Lidia Vega

Periodista especializada en información económica, principalmente en motor y seguros de coche y moto. Lidia es graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y cuenta, además, con un Máster de Radio por la UCM y Radio Nacional de España.