Causas y factores más comunes de siniestralidad
Si circulas con un vehículo estás expuesto a un accidente de tráfico. Es algo con lo que debemos vivir como conductores y que puede suceder en cualquier parte, independientemente de nuestras acciones. De hecho, la mayoría de siniestros, de mayor o de menor gravedad, ocurren en ciudad y en los trayectos más comunes y habituales para nosotros. Pero conociendo cómo y en qué situaciones se producen con más frecuencia estos accidentes, podemos realizar una conducción más segura de cara a nuestros propios actos peligrosos o también teniendo cuidado y siendo previsores con las acciones de los demás. Las principales causas, o mejor dicho, una forma de clasificar éstas, puede ser con estos cuatro apartados:
Siniestros debidos al vehículo: Este apartado hace alusión a todos aquellos accidentes que acontecen como consecuencia de un mal funcionamiento de nuestro automóvil. Una avería en los frenos o en la dirección, un pinchazo, luces que no funcionan o el mero hecho de detenernos en la calzada por cualquier razón pueden ocasionar accidentes y colisiones con los otros vehículos. Para minimizar al máximo este riesgo debemos ser cuidadosos con el mantenimiento de nuestro vehículo, llevándolo al taller en cuanto notemos que algo no funciona bien y realizando las revisiones periódicas pertinentes.
Siniestros debidos a la vía: Si la vía por la que circulamos no está en buen estado o resulta peligrosa en sí misma por su propia configuración, podemos tener un accidente inesperado. Asfalto con baches o que no evacua debidamente el agua de lluvia, una carretera con excesivas curvas o muy estrecha y con doble sentido (habitual en montaña), o sin los elementos necesarios que aseguren una circulación sin riesgo, son motivos para perder el control de nuestro vehículo. También podemos incluir en este apartado colisiones con animales que invadan la vía.
Siniestros debidos a la climatología: Es obvio que los factores climáticos pueden afectarnos a la hora de conducir. Las placas de hielo en la carretera, la lluvia, la niebla, el viento, la nieve o incluso el exceso de sol en nuestros ojos pueden afectarnos. No podemos evitar que estos factores sucedan, aunque sí que podemos asistir a clases de autoescuela para dominar ciertas condiciones, algo que se está ofertando mucho últimamente, o informarnos de qué acciones son las adecuadas ante ciertas condiciones. Y por supuesto, si no lo vemos claro y estamos en disposición de hacerlo, detener el vehículo es una muy buena opción.
Siniestros debidos a factores humanos: Supongo que te lo olías, pero estos son los accidentes más frecuentes. Falta de experiencia, conducir bajo los efectos del alcohol, las distracciones como el móvil o la radio, el cansancio o conducir en un estado indebido, como llorando o bajo mucho estrés, y por supuesto las acciones temerarias, son las principales razones para tener un accidente.
Como ves, hay muchas cosas que podemos hacer para reducir los accidentes. Podemos formarnos continuamente en seguridad vial para tal fin, pero no por eso nos libraremos de un siniestro, así que conviene tener el seguro de automóvil a mano. En Rastreator vas a poder hacer una comparación de seguros y escoger el que más se ajuste a tus necesidades.