¿Merece la pena modificar el tubo de escape?
Con la llegada de la moda de tuning, muchos conductores se plantean la posibilidad de modificar el tubo de escape para que gane en estética y, de paso, poder aumentar su potencia. Ante la pregunta de si merece la pena modificar el tubo de escape, la respuesta es no. Por un lado, cambiar todo el sistema resulta caro de asumir, tanto por los materiales como por la mano de obra. Además, el incremento de potencia es muy escaso. Tan sólo la estética, para los aficionados al tuning, podría resultar interesante, pero los altos costes hacen más rentable aplicar los cambios a otras partes del vehículo que son más vistosas.
El sistema de escape de un vehículo se compone de colector, tubo de escape, catalizador, silenciador y cola. El colector está formado por varios tubos que se unen en uno al llegar al motor. Su diseño influye en la potencia del vehículo. Por su parte, el tubo de escape es el encargado de reconducir los gases hasta la parte de atrás del vehículo, mientras que el catalizador elimina los elementos contaminantes de estos gases. El silenciador está situado prácticamente al final del tubo de escape y tiene como misión eliminar el ruido procedente del motor. Por último, la cola es lo que resulta visible cuando miramos la parte trasera de un vehículo. Los diferentes modelos existentes en el mercado (circulares, rectangulares o de doble escape) tienen una función meramente estética. Muchos aficionados al tuning deciden cambiarlo por un simulador de doble salida.
Hay que tener en cuenta que los sustitutos del catalizador que ofrecen determinados talleres son ilegales, por lo que esta modificación no pasaría la ITV. Además, las multas son cuantiosas. También es objeto de multa no tener el seguro de coche al día. Si quieres el mejor y el más barato, con el comparador de seguros de Rastreator.com encontrarás lo que buscas.