Así son los nuevos radares de STOP, líneas continuas y semáforos

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  • Saltarse una señal de Stop tiene una multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos del carné de conducir
  • A mayor número de multas, más caro será el seguro de coche
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Los nuevos radares en los Stops buscan poner fin a una de las infracciones más comunes

Después de los radares, los drones e incluso Pegasus, el helicóptero que vigila las carreteras de nuestro país, ahora la Dirección General de Tráfico (DGT) anuncia la llegada de varios dispositivos para poder controlar el cumplimiento de las normas de circulación. Se trata de cámaras de vigilancia que detectan dos de las infracciones más comunes: cuando un vehículo se salta un Stop o cuando realiza una incorporación a una vía.

Las multas repercuten directamente en el bolsillo del infractor, ya que además de la sanción económica y la pérdida de puntos en el carné, se reflejará en la consecuente subida de la prima del seguro de coche.

¿Cómo funcionan los radares en los Stop?

Es de sobra conocido que saltarse un Stop es una de las infracciones que más realizan los conductores. Por ello, la DGT ha colocado un nuevo sistema de vigilancia ante dicha señal. El dispositivo en cuestión es una cámara de vídeo que graba y envía cualquier acercamiento de un coche a un cruce señalizado con un Stop. El propio sistema está calibrado para detectar si el vehículo se para completamente o si, simplemente, reduce la velocidad, pero no llega a detenerse, que es lo más habitual. Si la señal no se respeta, el vídeo se envía automáticamente al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas, que tramita con estas pruebas el expediente de sanción pertinente.

Ahora, saltarse una señal de Stop tiene una multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos del carné de conducir.

¿Cómo funcionan los radares en las líneas continuas?

La DGT también ha instalado un sistema automático que vigila el respeto a las líneas continuas en las incorporaciones y que, igualmente, sanciona a los infractores a través del Centro de Denuncias Automatizadas. Este sistema nace por la necesidad de evitar una maniobra que la DGT califica como muy peligrosa, y que causa innumerables siniestros por choques laterales inesperados.

El dispositivo también se trata de una cámara que lee las matrículas de los vehículos que circulan por el carril de incorporación. Existe una segunda cámara que está situada más adelante y graba a los vehículos que circulan por la vía y van a incorporarse. De esta forma, el sistema compara las matrículas grabadas y si halla un coche que, tras circular por el tramo de incorporación, se sitúa en la vía principal antes de haber terminado la línea continua, este será sancionado.

La multa por realizar este tipo de maniobra es de 200 euros. En este caso no hay pérdida de puntos del carné de conducir.

Radares de semáforo

En las grandes ciudades como Madrid y Barcelona se han instalado unos nuevos radares conocidos como “foto-rojo” o radares de semáforo. Estos dispositivos tienen dos cámaras de vigilancia situadas a 25 metros del semáforo capaces de detectar cuando está en rojo y un coche se lo salta.

Según explicó el Ayuntamiento de Madrid, cada radar lo forman dos cámaras que realizan dos instantáneas del vehículo. La primera foto se hace antes de la línea de detención, mientras que la segunda una vez que el coche haya pasado dicha marca estando el semáforo en rojo. Así, la denuncia pasa a manos de los agentes de movilidad encargados de detectar los posibles fallos del sistema.

La sanción por saltarse un semáforo son 200 euros de multa y la pérdida de 4 puntos del carné de conducir.

Escrito por:
Alba Ruiz

Licenciada en Periodismo con un máster en Marketing Digital. Está especializada en Seguros y Telefonía, donde escribe con regularidad desde 2017. Actualmente es la responsable de las redes sociales de Rastreator.