Contadores de la luz inteligentes

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  • Los contadores inteligentes permiten conocer el consumo eléctrico que hace un usuario en cada momento.
  • Su instalación es responsabilidad de la distribuidora.

De la mano de las nuevas tarifas de la luz con discriminación horaria, los contadores inteligentes están empezando aparecer en los portales de España. Sustituyen a los viejos aparatos que llevaban mucho tiempo (en ocasiones hasta décadas) funcionando.

Los nuevos contadores tienen como función hacer más sencillo y transparente el mercado de la electricidad, así como la de adaptarse a las nuevas exigencias de las tarifas con discriminación horaria y de la Unión Europea. Los nuevos aparatos ya se están instalando en los hogares aunque el plazo es generoso: hay margen hasta el 31 de diciembre de 2018.

Para qué sirven los contadores inteligentes

Los contadores inteligentes tienen la misma función que los tradicionales: medir la cantidad de electricidad que consume cada abonado. Sin embargo, presentan algunas ventajas con respecto a éstos. Por una parte, no sólo son capaces de cuantificar el consumo sino que también pueden ser leídos y controlados a distancia, sin necesidad de que un técnico tenga que desplazarse para hacerlo.

Además, también pueden determinar en qué momento del día se lleva a cabo el mismo, una medición necesaria para poder aplicar las nuevas tarifas de discriminación horaria.

A quién afecta el cambio

El cambio de contadores afecta a todos los consumidores que tengan contratada una potencia de menos de  15 kW. Esta es una potencia superior a la recomendada para cualquier tipo de vivienda, aunque sea muy grande y dependa de la electricidad para los gastos energéticos más importantes (calefacción, agua caliente o cocina). Por eso, el cambio de contadores afecta casi a la totalidad del parque de viviendas español.

¿Quién tiene que instalar o sustituir el contador?

El propietario de los contadores es el encargado de sustituir los viejos por los nuevos. La mayor parte de los españoles no son los dueños de su aparato de medición, sino que se lo alquilan a la distribuidora de electricidad. Esta empresa es, por tanto, la que tiene la obligación de cambiar el aparato.

La distribuidora no es la empresa que le emite la factura al consumidor, sino la que se encarga de suministrar la energía. La relación con el consumidor es responsabilidad de la comercializadora eléctrica, que puede ser otra empresa distinta.

Leer el contador

La responsabilidad de leer el contador es también de la distribuidora de electricidad. Hasta ahora un técnico se desplazaba al domicilio de cada abonado para apuntar el consumos, o bien era este mismo el que informaba del mismo a la compañía y la empresa lo contrastaba ocasionalmente con alguna lectura real.

Con los nuevos contadores inteligentes ninguno de estos procesos será necesario. Y es que la distribuidora puede saber telemáticamente cuál es el consumo real del usuario en cada momento. Además, podrá acceder al resto de información que proporcionan los contadores inteligentes, como la hora en que se ha realizado este consumo.

Los costes

El coste de sustituir el contador lo tiene que asumir en la mayor parte de las ocasiones la distribuidora de electricidad, ya que es la propietaria del aparato. Por tanto, el abonado no tendrá que hacer frente a ningún pago al principio, aunque seguirá pagando una cuota de alquiler por el aparato. Este coste está fijado por la nueva regulación y es de 0,81 euros por un aparato monofásico y de 1,36 por uno trifásico.

Ahora bien, si el abonado ha optado por tener su propio contador en propiedad el procedimiento dependerá  de la antigüedad del equipo. Si tiene menos de 15 años será la distribuidora de electricidad la que se ocupará de sustituirlo por uno nuevo, sin que el usuario tenga que abonar nada hasta que el original alcanzara esta edad, momento en el que tendría que comenzar a pagar mensualmente como el resto de los abonados.

La última opción es que sea el mismo propietario el que compre uno nuevo. En este caso seguirá sin tener que pagar alquiler a la distribuidora, aunque como propietario tendrá que ocuparse de su mantenimiento y reparación o sustitución en caso de avería. El propietario, además, tendrá que asegurarse de que el modelo que elija es uno de los homologados por su compañía distribuidora. Los precios de estos aparatos rondan los 100 euros por un contador monofásico y los 150 por un trifásico.

Ahorrar en la factura de luz

Existen multitud de maneras de ahorrar dinero en la factura de la luz. Si ya existía la opción de controlar el gasto con un uso más responsable o electrodomésticos más eficientes, con los contadores inteligentes se añade también la posibilidad de hacerlo utilizando determinados aparatos en la hora en que la energía es más barata.

Otra opción interesante es comparar entre las distintas ofertas que hacen las comercializadoras de energía. Con el comparador de tarifas de energía de Rastreator se puede encontrar la que mejor se adapta al usuario dependiendo de las necesidades que tenga.

Agosto de 2015