Sanitas revela los preocupantes desconocimientos sobre el Alzheimer en la población española

• Un estudio revelador en el Día Mundial del Alzheimer destaca incompetencias y necesidades urgentes
• El apoyo mental es de vital importancia para pacientes y cuidadores

Sanitas ha lanzado un estudio revelador sobre la percepción de la población española acerca del Alzheimer, una de las enfermedades más preocupantes que celebra su día mundial cada 21 de septiembre. La investigación destaca la alarmante falta de conocimiento sobre los primeros síntomas, la necesidad de una mayor investigación y las medidas cruciales para mejorar la calidad de vida de quienes viven con Alzheimer y sus cuidadores.

Desconocimiento de síntomas y diagnósticos tardíos

Según el estudio, el Alzheimer ocupa el segundo lugar (68.3%) en las enfermedades que la población considera que necesitan mayor investigación, precedido únicamente por el cáncer (81.2%) y seguido por las enfermedades de salud mental (50.6%). Sin embargo, el 42.9% de los encuestados admitió no conocer los primeros síntomas de la enfermedad, lo que lleva a diagnósticos tardíos y complicaciones en su ralentización.

Entre los signos tempranos del Alzheimer se encuentran la pérdida de memoria y la desorientación temporoespacial, que, de no abordarse, pueden evolucionar hacia síntomas más graves como incontinencia urinaria, depresión, temblores y alteraciones visuales.

Desafíos en el cuidado domiciliario y adaptación de los espacios

El estudio revela que muchos pacientes con Alzheimer son cuidados en sus hogares, pero una parte significativa de los cuidadores carece de la formación y los recursos necesarios para brindar una asistencia adecuada. A pesar de que el 90% de los españoles cree en la posibilidad de ralentizar la enfermedad mediante ejercicio mental (70.7%), medicación (61.4%) y ejercicio físico (38.9%), un 9.6% de la población considera imposible esta ralentización. La necesidad de promover la formación e información sobre la patología es evidente.

El estudio sugiere que la adaptación de los espacios a las necesidades de las personas con demencia es esencial. La evidencia científica respalda la mejora directa de los síntomas mediante la adecuación del entorno. Para mejorar la calidad de vida, la población destaca la importancia de cuidados profesionales (85.8%) y relaciones familiares (84%). Además, un 67.6% cree que terapias no farmacológicas, como la musicoterapia y la terapia con animales, pueden contribuir significativamente.

Necesidades urgentes en el cuidado profesional

En términos de medidas necesarias para mejorar el cuidado de las personas con Alzheimer, la población destaca la importancia de la formación para profesionales (84.2%), el soporte de terapeutas ocupacionales o pedagogos (82.7%), ayuda psicológica (80.4%), recursos económicos (77.04%) y ayudas para la adaptación en el hogar (74.85%).

Impacto psicológico y necesidad de apoyo mental

La carga emocional y psicológica asociada al cuidado de personas con Alzheimer no solo recae en quienes padecen la enfermedad, sino también en los cuidadores, enfrentándolos a desafíos que van más allá de lo físico. Un reciente artículo científico de la Universidad de Navarra ha recopilado los factores que contribuyen significativamente a la sobrecarga del cuidador, arrojando luz sobre la importancia crítica del apoyo psicológico. A continuación, describiremos algunos de estos factores:

Relación entre cuidador y enfermo

La naturaleza de la relación entre el cuidador y el enfermo desempeña un papel crucial. Investigaciones indican que una relación más cercana, marcada por un componente afectivo, puede desencadenar niveles más altos de sobrecarga debido a una mayor implicación en el cuidado.

Percepción del rol de cuidador

La forma en que el familiar asume el rol de cuidador influye en la sobrecarga. Algunos lo ven como algo natural, mientras que otros lo experimentan como una imposición obligatoria dentro de la unidad familiar.

Edad y género del cuidador

Variables como la edad y el género del cuidador han sido objeto de estudio. Algunas investigaciones sugieren que las mujeres están más predispuestas a sufrir restricciones sociales debido al cuidado, experimentando un mayor grado de sobrecarga que los hombres cuidadores. Además, los cuidadores de mayor edad podrían experimentar niveles más altos de sobrecarga que los más jóvenes.

Experiencia

El tiempo dedicado al cuidado también influye en la percepción de bienestar. Aunque la experiencia puede mejorar el dominio del cuidado, existe la posibilidad de desarrollar estrés y problemas emocionales a medida que se acumula más tiempo como cuidador.

Situación económica

La percepción de una mejor remuneración se relaciona con niveles menores de sobrecarga. Los cuidadores con recursos financieros elevados pueden acceder más fácilmente a servicios de ayuda y soporte, como atención domiciliaria y centros de día, reduciendo la carga emocional.

Disponibilidad de apoyo

Contar con ayuda y soporte, ya sea de amigos, familiares o profesionales, influye positivamente en la sobrecarga. La disponibilidad de respiro y tiempo para el cuidador reduce el sentimiento de abrumamiento.

Estrategias para manejar el cuidado

Las estrategias adoptadas por los cuidadores son cruciales. Aquellos que aplican enfoques positivos y de resolución de problemas tienden a experimentar niveles inferiores de sobrecarga y mayores niveles de bienestar.

Estos factores subrayan la complejidad del cuidado para personas con Alzheimer y resaltan la necesidad crítica de apoyo psicológico tanto para quienes padecen la enfermedad como para sus cuidadores. Más del 97% de los encuestados por Sanitas considera fundamental el apoyo de profesionales de la salud mental tanto para los pacientes como para sus cuidadores.

La ayuda psicológica no solo se convierte en una herramienta relevante para abordar las diversas fases de la enfermedad, sino que también desempeña un papel vital en la preparación y afrontamiento de los desafíos emocionales a los que los cuidadores se enfrentan diariamente. Con una comprensión profunda de estos factores, se puede avanzar hacia un enfoque más holístico y efectivo en el cuidado integral de las personas afectadas por el Alzheimer.

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