Préstamo personal o hipoteca, ¿cuál es la mejor opción?

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  • Más del 80% de los inmuebles adquiridos el pasado mes de mayo eran usados
  • Los bancos suelen conceder, por lo general, hipotecas cuyo importe mínimo son los 50.000 u 80.000 euros

Rastreator_elegir-hipoteca-o-prestamoEl mercado inmobiliario está en pleno auge. La compraventa de viviendas sigue su camino al alza gracias, en parte, a la relajación de las exigencias de los bancos a la hora de conceder créditos. Los españoles muestran cada vez más interés en la compra de hogares. No obstante, la mayoría de los compradores compradores tratan de buscar las viviendas más asequibles. En el caso de las viviendas de segunda mano, cuando el importe no es tan elevado como si se tratase de una de nueva construcción, muchos usuarios llegan a plantearse si merece la pena una hipoteca o, de lo contrario, es suficiente con un préstamo personal.

Aunque la opción más recurrente a la hora de comprar una casa es pedir un préstamo hipotecario, existen ciertas ocasiones en las que no es posible, especialmente si el comprador necesita un importe reducido. Asimismo, para quienes no precisan de grandes cantidades de dinero que, además, pueden devolver en periodos de tiempo relativamente cortos, la hipoteca se hace prescindible. En este escenario, el préstamo personal se perfila como la mejor opción. Sin embargo, también tiene una parte menos atractiva. En Rastreator.com te contamos en qué momentos es mejor pedir una hipoteca o un préstamo personal y en cuáles resulta más interesante.

¿Cuándo es posible pedir una hipoteca?

Antes de pedir financiación al banco, el comprador deberá tener claro cuánto dinero necesita, ya que el importe será fundamental para saber si puede optar a una hipoteca o no. Muchas entidades no conceden préstamos hipotecarios si la suma de dinero que se solicita es muy baja. Aunque en la actualidad algunos bancos han reducido sus importes mínimos, lo cierto es que las cantidades que suelen conceder van desde los 50.000 u 80.000 euros, como mínimo. Esto significa que si el cliente pide una hipoteca por un importe menor es posible que la entidad no se lo conceda.

Además, el cliente deberá disponer de los ahorros necesarios que implica la solicitud de un préstamo hipotecario. Esto significa que tendrá que contar con, al menos, un 30% del valor del importe de la vivienda, un 20% que irá destinado a cubrir la parte que no presta el banco y un 10% a gastos. De no contar con, como mínimo, con el porcentaje de ahorros que no facilita la entidad, esta tampoco concederá la financiación.

¿Cuándo es posible pedir un préstamo personal?

Si al comprar una vivienda el cliente tiene claro que la financiará con un préstamo personal, también deberá tener en cuenta varias consideraciones. En primer lugar, al igual que con la hipoteca, el importe será clave, ya que la mayoría de las entidades no concederá más de 50.000 o 75.000 euros aproximadamente. Además, tendrá que tener en cuenta que el periodo de amortización no será tan flexible como el de un préstamo hipotecario, pues los plazos de devolución de este tipo de productos suelen rondar, como máximo, los ocho y diez años.

¿Qué opción me conviene más, préstamo o hipoteca?

Para valorar cuál es la mejor opción de financiación a la hora de comprar una vivienda, el cliente tendrá que tener en cuenta varios factores como el importe que necesitará, el plazo en el que podrá devolver el dinero, los gastos que dicha operación traerá consigo y los trámites que deberá llevar a cabo. Todo ello será clave para decantarnos por un producto u otro.

Importe y plazo, los principales factores a tener en cuenta

Los importes que se podrán solicitar variarán en función de la entidad bancaria a la que se acuda. Por lo general, si la cantidad supera entre los 50.000 y 80.000 euros y el plazo de amortización se sitúa por encima de los ocho o diez años, la financiación tendrá que ser solicitada a través de un préstamo hipotecario. En este sentido, bancos como Ibercaja requieren una cantidad mínima de 80.000 euros en su hipoteca fija. No obstante, existen algunas excepciones ya que hay entidades que han rebajado ese límite y se pueden llegar a encontrar hipotecas como la variable de Bankia, que exige un mínimo de 30.000 euros. Respecto a los plazos, este tipo de productos ofrece periodos de amortización de hasta 30 años y, en algunas ocasiones, pueden llegar hasta los 40, por lo que el cliente puede amortizar su deuda a lo largo de, prácticamente, toda su vida.

Si, de lo contrario, la cantidad de dinero que se necesita se sitúa por debajo de los 80.000 euros aproximadamente, el banco ofrecerá al cliente la opción del préstamo personal. En estos casos, aunque se financian cantidades más reducidas, los periodos de devolución serán considerablemente más bajos, por lo que el cliente tendrá que pagar cada mes una cantidad mucho más elevada respecto a la de la hipoteca para devolver la deuda que tiene con el banco en el plazo estipulado. Por lo general, a través de este tipo de productos las entidades suelen ofrecer en torno a los 50.000 euros con plazos de amortización que se extienden hasta los ocho años. No obstante, existen algunas entidades como BBVA o Sabadell que pueden llegar a financiar hasta con 75.000 y 60.000 euros, respectivamente.

Los costes: ¿qué producto compensa más?

Una vez decididos el importe y el plazo de la financiación que se pretende solicitar, es momento de realizar cálculos para ver qué producto compensa más dependiendo de la situación personal y financiera de cada comprador.

Actualmente, el índice más utilizado para referenciar las hipotecas, el Euríbor, se encuentra en mínimos históricos, lo que contribuye a abaratar los tipos de interés de la oferta hipotecaria que ofrecen los bancos, que son mucho más reducidos respecto a los préstamos personales. Por este motivo, es posible encontrar tipos de interés nominales que se sitúan alrededor del 2% en el caso de las hipotecas fijas. Por el contrario, en los préstamos personales, los TIN suelen rondar el 7% u el 8%.

Este hecho puede llevar al comprador a decantarse directamente por la hipoteca. Sin embargo, este producto cuenta con una serie de gastos asociados que contribuyen a encarecer considerablemente el préstamo. Entre ellos, los costes relacionados con la apertura del préstamo, que pueden llegar hasta el 1,5% del total solicitado, y otros como gestoría, tasación, registro, notario e impuestos, que pueden ascender hasta los 5.000 euros o más dependiendo del capital financiado.

Por su parte, en los préstamos personales, aunque los tipos de interés son más elevados, los gastos asociados son menores respecto a los de una hipoteca. En este sentido, el cliente tendrá que abonar comisiones en concepto de apertura y estudio y los gastos de corretaje, es decir, los del corredor de comercio, que interviene para dar fe del contrato. En estos casos, los costes pueden ascender hasta los 300 euros, aunque dependerán, sobre todo, del importe que el banco establezca en concepto de apertura, ya que a veces podrá ser muy superior.

Trámites: ¿qué opción ofrece más facilidades?

Aunque los trámites no serán un factor definitivo a la hora de decidir si pedir un préstamo personal o una hipoteca, sí que pueden suponer que conseguir la financiación sea una gestión rápida y sencilla o se acabe alargando más de lo previsto.

Si se solicita un préstamo personal existen dos opciones: si el importe es reducido (dependiendo de la entidad esta podrá considerar el límite en los 30.000 euros aproximadamente) el cliente solo tendrá que pedir la financiación y, una vez que esté autorizada, acudir a la oficina a firmar y recibir el abono del mismo. No obstante, si la cantidad es más elevada, la firma tendrá que hacerse ante notario, lo que supondrá mayores costes, ya que el usuario tendrá que abonar los gastos derivados de los servicios del profesional.

El trámite hipotecario entrañará más trámites. Para poder acceder a él, la vivienda tendrá que ser tasada e inscrita en el Registro de la Propiedad. Además, el cliente tendrá que negociar con la entidad los tipos de interés y los productos asociados al mismo. También será necesaria la presencia del notario y el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD).

Comparar los mejores productos financieros

Comprar una vivienda es una decisión que puede condicionar la vida de cualquier persona. Para ello, es preciso asegurarse de que se consigue la mejor financiación. Y es que puede haber momentos en los que el préstamo personal sea la mejor alternativa si se planea devolver en un periodo de tiempo corto y no se necesita una cantidad muy elevada. No obstante, habrá ocasiones en las que el comprador necesite una hipoteca que le permita devolver el dinero prestado a lo largo de toda su vida, teniendo cuotas más asequibles cada mes. Aunque la decisión final tendrá que ser del propio comprador, existen herramientas que permiten aclarar ideas. En el comparador de Productos Financieros de Rastreator.com el usuario podrá ver todas las opciones de Préstamos Personales e Hipotecas adecuadas a su perfil económico y financiero. Una vez estudiadas podrá elegir la que más le convenga ahorrando tiempo y dinero.

Escrito por:
Álvaro Bas

Licenciado en Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y tiene un Máster en Dirección Financiera y Control del Instituto de Empresa. Es Director de Operaciones y Director de Desarrollo de Negocio y está a cargo de las áreas de Finanzas, Telefonía, Energía y Coches.