Guardarraíles, enemigo público para motoristas
Demasiados motoristas han tenido que vérselas con los guardarraíles y el problema persiste. A quienes han perdido la vida como consecuencia de accidentes relacionados con estos elementos de las carreteras españolas, se suman diariamente nuevos siniestros con resultado de muerte, así como miles de mutilaciones de miembros y lesiones irreversibles. Desde Rastreator queremos ofreceros información acerca de este grave problema.
Dónde reside el peligro
Los llamados guardarraíles o quitamiedos, que tantas lesiones producen en un accidente de moto, son sistemas de protección antisalida fabricados en dos partes. La parte superior es una franja longitudinal de acero galvanizado de 3 mm de espesor; la otra parte es un perfil de acero de sujeción en forma de T o H fijado en el suelo que mantiene las franjas longitudinales unidas entre sí. Este sistema de protección se ideo, al parecer, pensando exclusivamente en vehículos a motor con una carrocería de cuatro o más ruedas, y es eficaz para soportar el impacto directo o indirecto a unas velocidades determinadas, pero constituye a la vez un elemento claro de riesgo para los motoristas.
Y es que, para los accidentes de motocicletas donde la principal carrocería no es otra que el propio cuerpo humano, chocar contra este tipo de protecciones provoca que el cuerpo del conductor y/o acompañante sufra consecuencias fatales para su salud. En estos casos, en los que el conductor sale despedido, se desliza por el asfalto y pasa por debajo del quitamiedos, las partes metálicas y con forma de T actúan como cuchillas y producen graves amputaciones.
Normativa
Los guardarraíles comenzaron a instalarse en 1972. Veinticinco años más tarde, en 1997, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley que obligaba a que en determinados puntos negros de especial peligrosidad se llevasen a cabo actuaciones de sustitución o de protección de los elementos verticales. La última regulación corresponde a 2004. Ese año se aprobó la Orden Circular 18/2004, que entró en vigor el 10 de enero de 2005. En ella se prohíbe la utilización de los sistemas de doble T y se obliga, por un lado, a instalar sistemas alternativos a éste o por otro, a proteger los postes de los modelos de doble T que todavía hay en las carreteras. Como resultado se elaboró una Norma (UNE 135900) que evalúa el comportamiento de los sistemas para protección de motociclistas en las barreras de seguridad y pretiles.
En la Unión Europea hace ya años que los diversos países han adoptado varias medidas para frenar este tipo de accidentes. Para ello se han diseñado distintos tipos de protecciones para cubrir los guardarraíles, entre ellas, las principales son burbujas de poliespan que protegen las barras transversales o perfiles en H de los guardarraíles, que son las que actúan principalmente como «guillotina»; también existen otros sistemas que van desde la protección completa de la parte inferior del guardarraíl o doble bionda, realizado en diferentes materiales como el poliuretano, madera, plástico, etc.
Desde Rastreator queremos que estes atento y tengas al día tu seguro de moto para evitar cualquier problema.