¿Cómo conseguir una hipoteca sin aval?
- Si el cliente solicita un importe inferior al 80% de valor de la vivienda el banco no debe pedir aval
- Los perfiles de edad más óptimos para conseguir una hipoteca con mejores condiciones están entre los 35 y 45 años
La compra de viviendas vuelve a remontar tras años de crisis. Los bancos abren el grifo para conceder hipotecas y la situación financiera de los españoles mejora poco a poco. Sin embargo, adquirir un inmueble todavía supone un esfuerzo económico para muchas personas. Hay quienes no cuentan con los ahorros suficientes para hacer frente al pago inicial de un hogar, que supone alrededor del 20% del precio del mismo.
Las entidades, en la mayoría de las ocasiones, solo están dispuestas a prestar el 80% del valor de la vivienda. Si el cliente no cuenta con el dinero restante, si su trabajo no es estable o si tiene deudas, los bancos solicitarán garantías extra para asegurarse de que las cuotas de la hipoteca se paguen en su totalidad y en el periodo de tiempo establecido. Dichas garantías son las conocidas como el temido aval. Y es que no siempre habrá alguien dispuesto a responder por otra persona debido a los riesgos que esto implica. Por ello, en Rastreator te contamos cuáles son los requisitos que las entidades estudian antes de pedirte un aval y cómo puedes evitarlo.
¿En qué situaciones los bancos exigen un aval?
Desde el punto de vista legal, un préstamo hipotecario no necesita aval cuando se solicita una cuantía inferior al 80% del coste del inmueble. Es decir, si el cliente cuenta con los requisitos básicos para hacer frente a una Hipoteca y el dinero que pide no supera dicho porcentaje, este podría acceder a la financiación sin necesidad de presentar garantías adicionales.
Sin embargo, en la concesión de este tipo de préstamos no existen fórmulas exactas, ya que hay distintos perfiles de cliente y entran en juego diferentes factores. Por lo general, las entidades exigen la presencia de un aval si se producen las siguientes situaciones:
- Si el cliente no cuenta con ingresos regulares y demostrables, es decir, si no tiene nómina, está desempleado o no declara sus ganancias.
- Si no posee un contrato de trabajo estable e indefinido.
- Si se solicitan hipotecas al 100% del valor de tasación de la vivienda.
- Si la cuota supera más del 30% o el 40% de los ingresos netos del cliente.
- Si su edad es avanzada, puesto que supone más riesgo para la entidad.
- Si tiene antecedentes de impagos o se encuentra en una lista de morosos. En estos casos es probable que el banco no conceda la hipoteca, incluso si el cliente tiene un aval.
¿Cuáles son las responsabilidades del avalista hipotecario?
El avalista garante de un préstamo hipotecario será la figura que responderá por la deuda del titular del préstamo en caso de impago. Ello implica arriesgar el patrimonio presente y futuro sin ningún tipo de derecho.
Y es que el avalista no solo responde con su nómina cuando el banco no pueda cobrar sus cuotas por parte del titular de la hipoteca. Su responsabilidad es exactamente la misma que la de este último, es decir, responder por toda la deuda incluso en primer lugar si la entidad financiera lo desea.
No obstante, existe otra figura, que es la del hipotecante no deudor. En este caso, el avalista pondría como garantía una parte de su propia vivienda si no está hipotecada. Aunque no le permitiría vender su hogar, esto limita la responsabilidad ya que el banco solo exigiría la parte hipotecada del inmueble y no la totalidad.
¿Cómo evitar la figura del aval?
La figura del aval requiere de una gran responsabilidad y supone arriesgar el patrimonio presente y futuro de quien se responsabiliza a ello. Presentar esta figura significa involucrar a alguien más en la operación bancaria y supone un ejercicio de confianza. Es por este motivo por el que, en la mayor parte de las ocasiones, los avalistas acaban siendo los padres. Sin embargo, se trata de una opción arriesgada y es posible evitarla en algunos casos:
Edad
La edad es uno de los factores más importantes en los que las entidades financieras se fijan a la hora de conceder una hipoteca. Por lo general, los perfiles más óptimos están entre los 35 y 45 años, pues son quienes, económicamente, se encuentran en mejor situación.
Importe del préstamo
Siempre que el perfil del cliente sea adecuado para la entidad, si solicita hasta un 80% del importe del valor de tasación o compraventa de la vivienda no tendrá que presentar aval.
Ingresos y trabajo estables
Si el cliente puede presentar un nivel de ingresos suficientes para pagar las cuotas de la hipoteca y, además, tiene un contrato de trabajo indefinido no será necesaria una garantía extra.
Antigüedad para autónomos
Si el solicitante es autónomo, es recomendable que haya ejercido su actividad durante varios años para presentar ante el banco una mayor estabilidad laboral.
Contratación de productos
Evitar la figura del aval puede ser posible en algunas ocasiones si se contratan productos adicionales en la entidad como seguro de vida, tarjeta de Crédito o seguro de hogar.
¿Y si no consigues una hipoteca sin aval?
Cuando el banco exige un aval para conceder un préstamo hipotecario significa que ve riesgos. Por este motivo, será necesario valorar algunas alternativas si el cliente obtiene la negativa de la entidad y no puede presentar una garantía. Algunas de las opciones serán:
Comprar una vivienda al banco
Cuando la compraventa afecta a la cartera de pisos que poseen los bancos las condiciones suelen ser más flexibles, por lo que es posible que, en algunas ocasiones, no soliciten aval..
Alquiler con opción a compra
El pago mensual que el arrendatario abona por el alquiler supondrá una rebaja en el precio final de compra de la vivienda. Además, durante ese tiempo, el propietario podrá ahorrar para la cuantía necesaria para acceder a la hipoteca.
Contratar un seguro de protección de pago
Se trata de un producto que encarece considerablemente la hipoteca. No obstante, anima a los bancos a concederla, pues supone una garantía en caso de que el cliente no pague las cuotas del préstamo.
Comparar Hipotecas
Conseguir una hipoteca puede ser una tarea complicada. Contar con los ahorros suficientes, tener un contrato de trabajo estable y no figurar en una lista de morosos son los requisitos básicos. No obstante, a veces, los bancos pueden llegar a exigir más garantías si consideran que el perfil de cliente que solicita el préstamo constituye algún riesgo para ellos. Para ello, es recomendable contar con una herramienta adecuada con la que se puedan analizar todas las opciones posibles. En el comparador de Hipotecas de Rastreator podrás elegir entre una gran variedad de préstamos destinados a la compra de la vivienda y escoger el que más se adapte a tu situación financiera.
Periodista especializada en PR con experiencia en prensa y comunicación corporativa. Escribe artículos en Rastreator desde febrero de 2021 para los productos de Seguros y Viajes.
Experto en mercado hipotecario y productos financieros