Celíacos, intolerantes al gluten

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Diciembre 2014

En España una de cada 100 personas es celíaca, aunque sólo el 10% están diagnosticadas. En total, según estimaciones de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), en torno a 450.000 españoles padecen esta enfermedad que afecta, además, al 1% de los europeos. La celiaquía es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad, desde bebés o niños de 6 años hasta adultos de 35.

Pero, ¿qué es exactamente la enfermedad celíaca y a qué se es alérgico?, ¿a quiénes afecta?, ¿existen tratamientos, y si es así, cuáles son? Y lo más importante, ¿qué pasa si una persona es celíaca pero no lo sabe?

¿Qué es la enfermedad celíaca?

La enfermedad celíaca es una enteropatía autoinmune, es decir, una enfermedad del intestino. Consiste en la intolerancia permanente del paciente a las proteínas del gluten de la cebada, el centeno, el trigo, el triticale (cereal híbrido resultante de cruzar trigo y centeno) y posiblemente la avena, a no ser que sea 100% pura. La padecen aquellas personas «genéticamente predispuestas» cuando consumen o entran en contacto con productos que contienen gluten. Esta enfermedad daña la cobertura del intestino delgado e impide que éste absorba algunos de los nutrientes necesarios para tener una buena salud.

En cuanto a las causas que dan origen a la enfermedad celíaca no son del todo conocidas aunque contribuyen, entre otros factores, los genéticos, por lo que las personas que tengan parientes celíacos tienen más probabilidades de sufrirla.

Síntomas

La manera en la que se manifiesta la celiaquía varía en cada individuo y puede depender del grupo de edad al que pertenezca. Mientras que uno puede padecer diarrea, otro puede sufrir anorexia. Junto con estos síntomas, los vómitos, el dolor abdominal, la depresión, los dolores óseos o la cefalea son otros con los que se manifiesta la enfermedad. Además, las personas celíacas son más propensas a padecer otras enfermedades y trastornos como diabetes, intolerancia a la lactosa, malnutrición, anemia o artritis.

Dieta libre de gluten

La celiaquía es una enfermedad que no tiene cura pero sus síntomas sí que desaparecen, llegando a mejorar el revestimiento del intestino que ha sido afectado, siempre y cuando el celíaco no vuelva a consumir productos (alimentos, bebidas, medicamentos…) que contengan gluten. Por lo tanto, desde el momento en el que a una persona se le diagnostique esta enfermedad tendrá que modificar su dieta por una libre de esta proteína.

El pan, la pasta o los dulces y la gran mayoría de los productos industriales se convierten en un alimento prohibido para los celíacos, a no ser que estén libres de gluten. Ahora bien, que existan gran cantidad de alimentos que tienen entre sus componentes esta proteína no significa que los celíacos tengan que renunciar de por vida a desayunar tostadas o a comer un plato de macarrones. Muchos establecimientos venden todo tipo de productos aptos para celíacos, es decir, elaborados con otros productos «sustitutivos» del trigo o la cebada. Desde galletas, magdalenas y chocolate hasta pizzas, gusanitos, artículos de panadería y cerveza. Eso sí, los productos libres de gluten son bastante más caros que los normales.

Dermatitis herpetiforme

Uno de los síntomas de la celiaquía es la dermatitis herpetiforme. Consiste en una manifestación cutánea pruriginosa, que produce picor, y afecta, según datos de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten de la Comunidad de Madrid, a entre 1 y 6 personas de cada 10.000.

La dermatitis herpetiforme es una reacción que aparece, principalmente, en los codos y los antebrazos, aunque también se pueden ver afectadas otras partes del cuerpo como el cuello o la cara. Los pacientes que la sufren no suelen presentar los síntomas relacionados con el tracto digestivo aunque sí que suelen tener los daños intestinales propios de esta enfermedad.

Soy celíaco… ¿y ahora qué?

Se puede ser celíaco y no saberlo, de hecho el 90% de los que padecen esta enfermedad ni siquiera están diagnosticados, pero una vez que se conoce la enfermedad hay que llevar a cabo un tratamiento de por vida que consiste en eliminar definitivamente los alimentos con gluten. De esta manera se consigue mejorar los síntomas.

Las personas que ingieren alimentos con gluten, como el pan, la pasta o algunos embutidos, por ejemplo, sin saber que son celíacas y no les es diagnosticada la enfermedad pueden ver afectada su salud e incluso llegar a padecer malnutrición.

Pruebas médicas

Para saber definitivamente si una persona es celíaca no es suficiente con tener sospechas sino que debe someterse a ciertas pruebas médicas que lo corroborarán con total seguridad. Eso sí, aunque un individuo crea que puede ser intolerante al gluten no debe dejar de consumirlo radicalmente sin antes cerciorarse de que es celíaco.

Entre las pruebas médicas existentes se encuentran la serología negativa y la biopsia intestinal. Además, el sometimiento a un estudio genético ayuda a detectar si hay otros miembros de la misma familia con altas probabilidades de padecer celiaquía.

No juegues con tu salud

Evitar el gluten a toda costa es la manera de mantener la enfermedad celíaca a ralla. A priori puede parecer un drama no poder comer determinados alimentos, pero esa es la forma de que desaparezcan los síntomas y el malestar y que no se agrave el estado de salud del enfermo.

Muchos seguros médicos cubren algunas pruebas médicas como el estudio genético, aunque eso depende de cada aseguradora en concreto. Eso sí, es importante saber que existen determinadas pruebas que tienen Periodos de Carencia, como la segunda opinión médica, en caso de querer que otro especialista corrobore el primer diagnóstico.

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