Hipoteca flexible

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  • Algunas hipotecas ofrecen flexibilidad a la hora de hacer los pagos frente a las tradicionales
  • Pueden ser muy útiles en caso de que surjan dificultades de pago a lo largo de los años, pero a cambio en ocasiones son más caras

Las hipotecas son uno de los productos financieros que mejor conocen los españoles. Según Instituto Nacional de Estadística (INE), el 28,5% de las familias españolas viven en un inmueble que está sujeto a una hipoteca, aproximadamente 5,15 millones.

La hipoteca es un producto financiero complejo, un préstamo de una cantidad elevada de dinero por la que los bancos exigen una gran cantidad de garantías de pago, además de exigir una serie de pagos. Los más habituales: comisiones de apertura, aplazamiento, subrogación, seguros y, por supuesto, los intereses.

La mayor parte de las entidades bancarias cuentan con hipotecas parecidas en cuanto a modelo de cobros, diferenciándose principalmente en el tipo de interés que aplican y en si este es fijo o variable. Sin embargo, hay algunas hipotecas en el mercado que se distinguen de las demás al variar alguna de las condiciones básicas. Son lo que se conocen como hipotecas flexibles.

El término «hipoteca flexible» puede servir en ocasiones como reclamo comercial, pero no es un producto en sí mismo, sino que sirve pare referirse a los productos que cambian alguno de los elementos tradicionales de la hipoteca. Estas son las hipotecas flexibles más habituales.

Hipotecas balloon (con capital diferido)

Las hipotecas de capital diferido son las que permiten aplazar una parte del préstamo hasta el final, en lugar de financiar el importe completo en cuotas mensuales. De esta manera se consigue pagar menos cada mes, aplazando un desembolso final que, llegado el momento, se puede afrontar de una u otra manera.

Es una opción interesante si se sabe que en el futuro se va a contar con una capacidad económica más desahogada que en el momento de pedir el préstamo, por lo que se podrá ahorrar para pagar esta última cuota o se planea vender la vivienda. Llegado el momento, dado que la mayor parte de la deuda estará amortizada, tampoco resultará complicado refinanciar esta cuota final.

Hipotecas con pagos flexibles

Existen varios tipo de hipotecas con pagos flexibles en el mercado, pero responden al mismo esquema: poder aplazar el pago de una o varias cuotas en caso de necesidad, sin entrar en morosidad. Es una herramienta de gran utilidad especialmente en circunstancias extraordinarias como el momento de hacer frente a un gasto inesperado o ver alterada la fuente de ingresos de alguna manera.

El tipo y las características del aplazamiento dependen de cada producto en particular. Una de las fórmulas más habituales es poder aplazar el pago de una de cada 12 cuotas (una al año), hasta un número máximo de ocasiones a lo largo de la vida de la hipoteca.

Hipotecas con carencia de capital

La carencia de capital es el periodo de la hipoteca en el que solo se pagan intereses, mientras que el capital que queda por amortizar permanece invariable. Durante estos periodos, la cuota que hay que pagar es considerablemente más baja, ya que no se está amortizando la deuda.

Algunas hipotecas son flexibles con esta herramienta, y permiten aplicar periodos de carencia de capital más o menos largos, en momentos determinados o dejándolo a criterio del hipotecado. Es una buena herramienta para hacer frente a periodos complicados en los que se cuentan con menos ingresos, pero tiene un claro doble filo: durante los meses que se paga menos se puede evitar el impago, pero no se amortiza la deuda pendiente.

Elegir la hipoteca adecuada

No existe la hipoteca perfecta. A la hora de contratar una hay que tener en cuenta una gran cantidad de factores, desde el riesgo que se quiera asumir o el capital a financiar hasta la situación económica de cada uno. Además, hay que tener en cuenta que se contratan a muy largo plazo, y es fácil que duren más de 30 años. Por eso, es algo que hay que meditar detenidamente, porque habrá que vivir buena parte de la vida con ella.

Las hipotecas flexibles conceden algunas ventajas frente a las tradicionales, especialmente en el caso de que surjan imprevistos a lo largo de los años. A cambio, también plantean algunas desventajas. Y es que estas facilidades implican, a menudo, un interés más alto.

Comparar entre distintas opciones

Por todo esto, antes de contratar una hipoteca, es fundamental comparar entre todas las opciones que hay en el mercado. Con el comparador de hipotecas de Rastreator.com encontrar el producto adecuado es mucho más sencillo y de una manera rápida y sencilla.