Seguro a terceros o a todo riesgo: ¿qué diferencias hay y cuál te conviene?
Si tu coche ya tiene algunos años, seguramente te has cuestionado cuándo es el momento adecuado para pasar de un seguro a todo riesgo a uno a terceros. En este caso, conviene evaluar si sigue siendo rentable mantener la póliza actual o si sería más conveniente ajustarla al valor real de un vehículo que ya hace mucho tiempo que no vale lo mismo que cuando se compró.
Diferencias entre un seguro a terceros y un seguro a todo riesgo
La diferencia principal es que el seguro a terceros cubre solo los daños que causas a otros vehículos y personas, mientras que el todo riesgo cubre tanto los daños a terceros como los daños que sufre tu propio coche (por accidentes, robo, incendio, etc.).
Coberturas que solo ofrece el todo riesgo
Estas son algunas de las garantías exclusivas o más completas que proporciona un seguro a todo riesgo:
- Daños propios (colisiones, vuelcos, golpes, daños del conductor si es responsable)
- Ejemplo práctico: si rozas una columna al aparcar, con un seguro a todo riesgo ese golpe estará cubierto (menos franquicia, si la hay).
- Cobertura completa en caso de siniestro total incluso si tú has sido responsable
- Protección frente a fenómenos naturales (granizo, inundaciones, caídas de objetos, etc.)
- Vehículo de sustitución o coche de cortesía mientras el tuyo está en reparación
- Transporte o remolque tras avería incluido con condiciones más generosas
- Daños por vandalismo o deterioro accidental del asegurado
- Cobertura más amplia de accesorios del coche (mejoras, extras)
Estas garantías permiten que el asegurado tenga tranquilidad frente a casi cualquier eventualidad, aunque tiene un coste mucho mayor.
Coberturas que incluye el seguro a terceros
El seguro a terceros (básico o ampliado) tiene coberturas mínimas y algunas adicionales según la modalidad:
- Responsabilidad civil obligatoria o voluntaria: cubre daños a otros vehículos, bienes o personas si tú eres culpable
- Defensa jurídica o reclamación de daños (terceros)
- Seguro del conductor (en algunos casos)
- Asistencia en carretera o grúa (limitada, a veces opcional)
- En la modalidad terceros ampliado: robo o hurto, incendio o explosión, rotura de lunas o cristales. A veces, cobertura de daños por fenómenos naturales limitados
Ejemplo práctico (terceros ampliado): si te roban un espejo retrovisor o te rompen una luna, esas pólizas ampliadas podrían cubrirlo, mientras que el terceros básico no.
¿Qué seguro de coche te conviene?
La elección entre un seguro a terceros, un terceros ampliado o un todo riesgo depende de muchas variables: antigüedad del coche, valor, uso, riesgo que estés dispuesto a asumir, presupuesto, etc. Aquí se rescatan los criterios más útiles, con ejemplos prácticos:
Cuándo elegir un seguro a terceros
- Para coches con más de 5 años, cuando el valor del vehículo ha bajado mucho.
- Si el coche tiene valor venal bajo.
- Si el uso es ocasional y el coche se guarda mucho tiempo.
- Si estás dispuesto a asumir reparaciones pequeñas.
- Ejemplo: un coche de 10 años que solo se usa fines de semana, donde el coste. de un seguro a todo riesgo resultaría poco rentable.
Cuándo elegir un terceros ampliado
- Si quieres un punto intermedio: más protección que el básico, pero sin asumir el coste de un todo riesgo.
- Cuando el coche tiene todavía un valor medio o es segunda mano reciente.
- Coberturas extra útiles: lunas, robo, incendio.
- Ejemplo: coche de 3–5 años, que ya no justifica todo riesgo completo, pero aún valoras ciertas protecciones.
Cuándo elegir un seguro a todo riesgo
- Para coches nuevos, de alta gama o muy caros.
- Si usas el coche intensivamente, en zonas con mucho riesgo.
- Si quieres máxima tranquilidad frente a cualquier siniestro.
- Variante de seguro a todo riesgo con franquicia: si aceptas asumir parte del coste en un siniestro a cambio de pagar menos prima.
- Ejemplo: coche recién comprado de 1–2 años; puedes contratarlo con franquicia para ajustar el precio.
Cuándo elegir un seguro a todo riesgo con franquicia
Supongamos que tu coche recibe un golpe por 1.000 €. Si tienes un todo riesgo con franquicia de 300 €, tú abonas esos 300 € y la aseguradora paga los 700 €. Si no tuvieras franquicia, la aseguradora cubriría todo.
Otro ejemplo: un coche de 6 años. Si una prima de todo riesgo cuesta 400 €/año y el valor del coche es solo 4.000 €, puede no salir rentable frente a pagar un seguros a terceros ampliado por, por ejemplo, 200 €/año.
Preguntas frecuentes sobre seguros a terceros y todo riesgo
¿Qué es mejor, terceros ampliado o todo riesgo con franquicia?
Depende del valor del coche y de tu tolerancia al riesgo. El terceros ampliado te cubre elementos básicos adicionales (robo, incendios, lunas), sin asumir reparaciones propias. Un todo riesgo con franquicia te da acceso a la cobertura de daños propios, pero tú pagarás una parte del coste en cada siniestro. Si el coche ya vale poco, el tercero ampliado puede ser más balanceado.
¿Se puede cambiar de todo riesgo a terceros?
Sí, puedes cambiar el seguro de todo riesgo por uno a terceros cuando quieras. El proceso suele ser sencillo: contactar con la aseguradora para modificar la póliza, ajustar coberturas y devoluciones de prima si existe.
Seguro a todo riesgo, ¿hasta cuándo compensa?
Generalmente se considera que hasta los 5 años de antigüedad es razonable mantener un todo riesgo (o con franquicia). A partir de ese punto, el valor del vehículo ha descendido lo suficiente como para que las primas altas y el coste de esta cobertura sean menos justificables frente a coberturas más limitadas.
Periodista especializado en Economía y Finanzas con experiencia en medios de comunicación desde 2017. Escribe artículos en Rastreator desde septiembre de 2021 para los productos de Seguros, Telefonía y Energía.
Experto en el mercado de seguros de coche, moto y hogar